Este importante gesto de solidaridad llega una semana después de que el fenómeno meteorológico azotó el extremo oriental de Cuba, con categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, y con particular fuerza en los municipios guantanameros de Maisí, Baracoa e Imías.
El ojo de Matthew tocó territorio cubano por Punta Caleta, en la oriental provincia, el pasado 4 de octubre con vientos de hasta 250 kilómetros por hora y penetraciones del mar con olas de hasta ocho metros.
Pese a los daños económicos y ecológicos causados por el huracán, no hubo que lamentar pérdidas humanas.
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