El rápido actuar de la guardia operativa de la Policía Nacional Revolucionaria y de los peritos e investigadores del Ministerio del Interior hizo posible que la víctima de robo con fuerza en su domicilio recuperara sus bienes
Pablo Lara, un trabajador humilde conocido como El Chino por toda su vecindad, ya respira mejor, pero el sosiego no le llegó del todo luego de que en su domicilio de la calle Serafín Sánchez, en el espirituano reparto Kilo 12, el pasado 7 de enero un intruso penetrara a su casa con uso de la fuerza y sustrajera numerosos bienes de su pertenencia, entre ellos tres bicicletas, una olla arrocera, sábanas y un ventilador de pie.
“Na’, chico, pa’ mí que ese muchacho estaba borracho. Es vecino de aquí cerquitica y tenemos incluso tremendas relaciones”, declara cabizbajo y confuso. Ciertamente, el joven de 17 años que le despojó de sus bienes se encontraba ese día, según declararía después, bajo los efectos de bebidas alcohólicas. También poseía ya antecedentes penales por haber transgredido la ley con anterioridad, pero de eso no muchos estaban al corriente.
La buena noticia para Lara fue que en la propia tarde de los hechos el caso resultó esclarecido, ya que luego de la correspondiente denuncia un equipo encabezado por el investigador criminal Yosmar Vidarte Calero logró identificar al sospechoso y recuperar las pertenencias robadas, las cuales pretendía comercializar.
Otro beneficio se derivó del rápido actuar tanto de la guardia operativa de la Policía Nacional Revolucionaria como de los peritos e investigadores del Ministerio del Interior: los vecinos de la cuadra, reunidos frente al domicilio donde tuvo lugar el delito, compartieron con autoridades de ambos cuerpos en una charla donde estos últimos ofrecieron información acerca de la situación delictiva en el municipio. También advirtieron la necesidad de velar con mayor rigor, desde el barrio, por el orden y la tranquilidad ciudadana, así como de prestar una atención esmerada a los hijos en el hogar, ya que en manos de la familia están las mayores potencialidades a la hora de encaminar la conducta de cada persona.
El joven teniente Vidarte Calero, de apenas 23 años y recién graduado de la carrera de Derecho, se había enfrentado a otros hechos, pero de menor connotación. Indagado al respecto, comentó su satisfacción por el favorable desenlace del incidente y lamentó que en determinados hogares se deje de la mano la formación de sus menores, como también que estos abandonen los estudios. “Preferiría que no sucedieran hechos de esta índole, pero si los hubiese, desearía que se esclarecieran y quiero seguir contribuyendo a que así sea”, declaró.
Creo que el ladronzuelo, o sea, el lumpen patriótico, no tenía nada que hacer y para distraerse se tomó una Habana Club y luego se metió a la casa del viejo sólo por diversión. Saludos desde Panamá
Buenas !
Tienen 2 vecez «de» al comienzo. «El ràpido actuar de de».
Feliz domingo desde Europa!
Mi amigo Omar Perez entregando los bienes sustraídos en presencia de los vecinos del barrio.