Espirituanos en los Juegos Escolares Nacionales: La guerra de los puntos

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Escambray toma el pulso a la participación histórica de los espirituanos en los Juegos Escolares Nacionales. Algunos deportes son eternos ausentes y la EIDE no puede ser la única cantera

Si el movimiento deportivo cubano funcionara por el sistema del béisbol, Sancti Spíritus quedara siempre fuera del grupo élite. Un campeón aquí, una medalla allá, un buen lugar acullá, la han hecho ver en el país; sin embargo, por años se ha anquilosado a la zaga de la nación integralmente y un noveno lugar en Juegos Escolares se ha festejado casi como un récord mundial.

Desde 1976, el territorio se ha ubicado en estos eventos entre los puestos 10 y 12, mientras y solo en dos ocasiones ha logrado escalar al noveno, una de ellas el pasado año, mientras los archivos hablan de un octavo en la década del ochenta.

Quienes miran su infraestructura —una de las mejores del país— y su don para atraer grandes eventos piensan que tiene para más y puede desterrar el fatalismo de que es lo que toca por cantidad de habitantes, kilómetros cuadrados, nivel económico…

ESTRATEGIA EN MARCHA

¿Por qué le cuesta tanto a Sancti Spíritus zafarse de ese nudo? ¿Por qué, pese a ubicarse segunda en medallas, no salta el límite? ¿Qué ha faltado: olfato, recursos, atletas, estrategias, convicción? Escambray despeja temprano y le adelanta que todas a la vez. Aunque no parece el más lógico, el sistema de puntuación suena a más integral al medir objetivos pedagógicos, efectividad, medallas y resultados y ahí a Sancti Spíritus le ha faltado estrategia. Una de las vías para dar batalla en la “guerra de los puntos”, es representar la mayor cantidad de disciplinas posibles y nunca la provincia las ha cubierto todas. El pasado año, por ejemplo, dejó de asistir en siete y eso a la hora de sumar y restar pesa un mundo.

Aunque a los Juegos asisten atletas de todo el sistema deportivo, el territorio se ha concentrado en la EIDE Lino Salabarría y apenas ha mirado a las áreas municipales, donde existen deportes como el tenis, el bádmington, el balonmano, la pelota vasca…; los mismos ausentes de la cita nacional y de la escuela y que, de paso, han restado incentivo en la base, condenada a entrenar y no competir.

Hoy tampoco se practican en ningún rincón el nado sincronizado, las velas y el pentatlón. El primero perdió su fuerza técnica, que podría resurgir con una exatleta subutilizada en la EIDE; la segunda sucumbió en las aguas casildeñas y hoy, según Miguel Ortega Naranjo, director de Deportes en Trinidad, intenta reflotar con los 10 barcos que sobreviven en un almacén; en tanto, el tercero ha sido intermitente y exige pensamiento estratégico.

¿Por qué Sancti Spíritus no se puso a tono con el país en estos años? Por decisiones que ahora se corrigen al sumarse dos nuevos deportes para la versión 52 de los Juegos Escolares en julio próximo por medio del aporte de áreas en atletas y entrenadores de tenis y bádmington.

La estrategia, aunque aún en borrador, está en marcha y se enfoca, al decir de Carlos Bermúdez, director provincial del sector “en rescatar la mayor cantidad de deportes, que vayan unos desde la EIDE y otros desde las áreas deportivas, así aumenta la masividad. Hay que estudiar a quién tienes delante y a quién detrás”.

Para entender mejor la guerra de los puntos, en el 2015 quienes antecedieron a Sancti Spíritus (320.5 puntos) en séptimo y octavo puestos: Matanzas y Cienfuegos, llevaron poca ventaja: 340.5 y 332, respectivamente. Muchos de los que hace unos años no sacaban esta cuenta, cambiaron sus matemáticas mentales: de haber asistido con esos eternos ausentes y obtener el último lugar, la suma de “dianas” hubiera catapultado a la provincia al séptimo escaño…

SUMAR DEPORTES

Ángel Vidal, subdirector de Actividades deportivas, mira con optimismo para el próximo ciclo olímpico: “Uno de los retos es rescatar fuerza técnica que se fue en estos años. Así intencionamos por ejemplo la pelota vasca, de la cual existe una buena instalación en la EIDE que atrae la práctica sistemática. Para el bádmington entran recursos y además el rescate de las competencias provinciales ha ayudado a ver otras opciones, pues cada deporte tiene montada su estrategia. Sancti Spíritus siempre obtuvo los primeros lugares en medallas y efectividad, pero se mide integralidad

Adicionar deportes es apenas lo más urgente. Otras flaquezas atentan contra ese cuello de botella histórico, como los resultados competitivos que penden de la calidad de la fuerza técnica, la matrícula y calidad de la competencia y el entrenamiento. Aunque Lázaro Díaz, director de la EIDE, pondera el buen cauce de la actual visión, considera como retos “fortalecer el trabajo técnico metodológico y la labor con la reserva deportiva para la captación. El 50 por ciento de la matrícula es del municipio cabecera, si el bueno es de aquí, se trae, pero no es posible que no aparezcan talentos en el Plan Turquino de donde hoy solo hay 30 alumnos y se sabe que son los que mayor fuerza natural tienen, además de otros valores”.

No solo es competir. El año pasado se dieron más topes, más eventos provinciales, pero faltó concentrar más a quienes asistieron a las más recientes Copas Pioneriles, la cantera que tributa al desarrollo. Aun sin oficializarse los saldos finales, se conoce que algunos deportes retrocedieron, aunque para Julio Hernández Díaz, jefe del Departamento de Programación deportiva, es positivo “el hecho de que hubo incremento en tres deportes, se dio un buen salto, recordemos que hay que gatear, caminar y luego correr. Ya nos preparamos para el año próximo cuando serán 19 los deportes en competencia. Tras la Olimpiada, se reajustarán las categorías y no se puede ir en contra del mundo”.

Sí, hace falta también correr para sostener el futuro deportivo. No todos tienen la estrategia de la natación que, de habitual sotanera, logró estabilizarse en el segundo puesto en un quinquenio. O del softbol femenino, reconocido por experimentar un salto y ubicarse entre los primeros cuatro en los últimos dos años, basado en una labor cohesionada, una mayor fortaleza a partir del trabajo con las pesas, más animosidad y una líder como Leiyunia Hernández, puntal desde el box y con el bate, según Yordanis Rodríguez, director.

Y vuelve el dilema de la combatividad del espirituano y ese conformismo por mejorar un lugar. Para escalar más peldaños se precisa potenciar disciplinas y atletas con mentalidad ganadora, un escalón en que nos superan provincias como Cienfuegos, con la mitad de la infraestructura y menos matrícula que la nuestra y capaz de llevar dos disciplinas al primer lugar, un saldo que regala puntos. En la pasada edición de los Juegos, ninguna de las espirituanas logró ese privilegio.

Que varios nombres le han dado renombre a Sancti Spíritus internacionalmente, se sabe. En las últimas tres ediciones el mejor atleta integral ha sido de aquí, pero eso no basta. En la guerra de los puntos hay que usar armas eficaces para no emplear tanques de guerra cuando haya que matar pitirres, o pistolas para derribar elefantes.