En una muestra realizada, el 60 por ciento de los enfermos pertenecía al sector agropecuario y gran parte de ellos empleaban los plaguicidas sin medios de protección
Un estudio reciente sobre los efectos del uso de plaguicidas, desarrollado en Sancti Spíritus, demostró que un alto porcentaje de quienes sufren el riesgo de padecer cáncer u otras enfermedades malignas son agricultores.
Al decir de la Doctora en Ciencias Gloritza Rodríguez, especialista de Primer grado en Hematología del hospital Camilo Cienfuegos, una muestra de pacientes diagnosticados con Hemopatías malignas arrojó que la mayoría utilizó por tiempo prolongado una o varias sustancias tóxicas.
De acuerdo con la investigación, casi el 60 por ciento de los enfermos pertenecía al sector agropecuario y tenía escasos conocimientos sobre las consecuencias para la salud del empleo de esos productos, especialmente los plaguicidas; de ahí que gran parte de ellos no utilizara medios de protección.
La generación de cáncer a partir de esta sustancia química puede ser causada por cambios directos en el material genético (ADN), o la fijación y proliferación de grupos de células anormales, un proceso que podría provocar efectos hormonales y estimular la sensibilidad a los carcinógenos, señaló la doctora Rodríguez.
También, puede incidir en la debilitación del sistema inmunológico y, aunque todos los plaguicidas no ocasionan cáncer, se demostró que existen altas probabilidades de que desarrollen un mecanismo para originar la enfermedad, indicó la entrevistada.
En el caso de Sancti Spíritus, –precisó– se comprobó que el tiempo promedio de exposición de estas personas fue de 14 años y desde su último uso de casi 10 años de diferencia, lo que corrobora el elevado riesgo que posee el producto para la salud humana.
Entre las dolencias más frecuentes se detectaron la Leucemia Linfática Crónica, el Linfoma no Hodgkin y el Mieloma Múltiple (cáncer en la médula ósea), agregó la especialista espirituana.
Sin embargo, acotó, hay otros tipos de cáncer que se relacionan con los plaguicidas, como los carcinomas y tumores malignos en el sistema nervioso central, ya sea en niños o en adultos.
Añadió que en la actualidad las enfermedades hematológicas malignas han experimentado un ascenso progresivo al registrarse que, anualmente, ocho de cada 100 mil habitantes en el mundo mueren a causa de estas.
Comentó que la amplia distribución del producto en Cuba y sus múltiples usos (agrícola, veterinario, doméstico, en salud pública y otros), además de que tienen venta libre a la población y el tipo de plaguicida a utilizar lo define el usuario, implica que se intensifiquen las acciones preventivas en este sentido.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.