Emotivo encuentro del Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, con los miembros del Comité Nacional de la UJC durante el IV Pleno de la organización juvenil
Un hombre sabio es siempre un hombre joven. O mejor, un ser con alma joven, con esencias mozas, con historias que suelen erguirnos, redimirnos y estimular el curso de nuestras espiritualidades. Y si ese hombre tiene la lucha como palabra de orden, como amuleto para las nuevas generaciones, y para él no hay nada imposible, entonces es su pensamiento y su consejo un motivo de fuerza para vivir intensamente los desafíos de Cuba.
Eusebio Leal Spengler, el historiador de la ciudad de La Habana, el Maestro de Juventudes de la Asociación Hermanos Saíz, el intelectual cabal y revolucionario… compartió este viernes con miembros del Comité Nacional de la UJC en el IV Pleno de la organización, sobre un país y lo que le toca hacer hoy a sus hijos más nuevos. En sus evocaciones no podía faltar el Apóstol, de quien Eusebio siempre ha sido un ferviente estudioso, un discípulo fecundo.
Por eso, entre los varios obsequios que se le entregaron al Historiador sobresale una rosa blanca, como la que cultivara Martí, con verso sencillo, «en julio como en enero», y un retrato en acrílico, también del más universal de los cubanos, del escultor Lesmes La Rosa. Se le regaló, asimismo, una obra en barro con la fachada de la sede del Comité Nacional de la UJC, y un cuadro con una imagen de Leal Spengler junto a varios pioneros. Igualmente, se le prodigaron las décimas de la autoría del periodista Yoerky Sánchez Cuellar.
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