El presidente de Bolivia, Evo Morales, exhortó a aguardar con serenidad los datos finales del referendo constitucional, mientras reiteró que la lucha continuará sea cual sea el resultado
Durante una intervención este lunes desde el Palacio de Gobierno, en La Paz, el mandatario recordó cómo se comportaron en anteriores votaciones las encuestas a boca de urnas y conteos rápidos de los sufragios, cuando el Movimiento al Socialismo (MAS) obtuvo al final porcentajes mayores a los estimados.
Datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) indican que la opción para evitar la reforma de la Carta Magna y con ello, la repostulación del Ejecutivo en 2019, aparece favorecida con un 54 por ciento de los sufragios.
No obstante, sigue sin contabilizarse el voto de bolivianos residentes en el exterior y de las comunidades periféricas y rurales, donde el MAS históricamente alcanza índices de respaldo de entre un 80 y un 95 por ciento.
Evo agradeció el apoyo de «mis hermanos del campo, de áreas rurales, centrales obreras como los mineros y de los sectores sociales. Ese voto siempre hizo cambiar los resultados, por lo cual, debemos esperar», advirtió.
Al mismo tiempo criticó «las acciones desesperadas» de sectores de la oposición que se apresuraron a festejar el posible resultado, aún sin ser oficial.
Morales reafirmó que «vamos a respetar los resultados, sean sí o no. Esa es la democracia».
Aseguró que en caso de triunfar la opción del No, la lucha sigue, pues se trata de una lucha ideológica.
Ante una pregunta sobre las estrategias que encarará el liderazgo del MAS ante un escenario desfavorable, remarcó que resulta prematuro hablar de eso.
Seguramente habrá reuniones con los movimientos sociales. Revisaremos donde nos hayamos equivocado. Pero hay muchos líderes jóvenes en el MAS en condiciones de continuar el proceso, añadió.
A su juicio, el MAS es un movimiento único en el mundo. Su base son los movimientos sociales. En ningún otro lugar existe una relación tan directa entre el Gobierno y estos grupos, dijo.
Tras enumerar el impacto en esta nación andina del proceso de cambios iniciado por su gobierno desde 2006, el gobernante insistió en que el país logró la independencia política y económica y continuará trabajando en el proceso de industrialización nacional.
Sabemos que ha habido una guerra sucia por parte de algunos medios de comunicación. Pero en esta batalla ideológica hemos derrotado golpes de Estado, referendos revocatorios (2008) y una guerra económica, argumentó.
El presidente boliviano insistió en que la derecha recurrió a la mentira durante la campaña previa al referendo, «porque carecen de un plan programático y solo quieren devolver al país al neoliberalismo».
Para ellos resulta impensable que los indios puedan hacer historia en Bolivia, sostuvo.
Somos optimistas. Confiamos en nuestros compañeros. Esperaremos por los resultados finales y continuaremos trabajando, subrayó.
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