Mediante su cuenta en Twitter el líder guerrillero aseguró que la actual resulta una semana decisiva para la paz.
El pasado 26 de septiembre el presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez, rubricaron el denominado Acuerdo Final con el que se comprometieron a terminar un largo conflicto bélico.
Poco después venció el No en el plebiscito convocado para validar por la vía popular ese conjunto de convenios, resultado que obligó al mandatario a abrir espacios de debate con simpatizantes del voto negativo y otros sectores, en los cuales expusieron sus propuestas con vistas a eventuales ajustes del histórico texto.
Desde el pasado sábado los equipos de negociadores retomaron las pláticas en la capital cubana para analizar las más de 400 proposiciones enviadas a la mesa de encuentro.
Luego del plebiscito, estudiantes, indígenas, campesinos y otros ciudadanos salieron a las calles con el objetivo de exigir una ágil conciliación capaz de destrabar el avanzado proceso pacificador.
Además del cese el fuego bilateral y el desarme de los miembros de las FARC-EP, el Acuerdo Final incluye convenios en otros asuntos esenciales como el combate contra el tráfico ilícito de drogas, la participación en la vida política y la transformación del campo mediante una reforma rural integral, adicionalmente diseñaron un mecanismo de justicia transicional para juzgar a los actores de la conflagración.
La Jurisdicción Especial para la Paz -considerada por esa organización rebelde como el corazón de la negociación- es uno de los acápites más censurados por el partido de derecha Centro Democrático, severo crítico de las pláticas dirigidas a hallar una salida consensuada a la guerra interna.
Con presencia de garantes (Cuba y Noruega) hoy retomamos los diálogos, a discusión las cuestiones más álgidas, confirmaron este martes los voceros del Ejecutivo a través de las redes sociales.
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