Pastor Alape declaró al diario El Tiempo que » no podemos caer en el terreno de la táctica que están planteando los enemigos de la paz»
En medio de un clima de incertidumbre, el jefe guerrillero Pastor Alape llamó a actuar con prontitud para salvar el avanzado proceso de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP frente a las estrategias dilatorias de sus detractores.
Esta situación debe resolverse con la mayor prontitud, hay que trabajar para que eso ocurra antes de finalizar el año, declaró el comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) al diario El Tiempo.
En su opinión quienes persiguen extender la polémica surgida a partir del reciente plebiscito buscan generar ingobernabilidad para sacar ventaja con vistas a los comicios presidenciales del 2018, como parte de una estrategia política-electoral.
Debemos llegar a finales de año con una solución, no podemos caer en el terreno de la táctica que están planteando los enemigos de la paz, insistió Alape.
El pasado 26 de septiembre el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, firmaron en Cartagena de Indias el llamado Acuerdo Final, fruto de casi cuatro años de conversaciones en Cuba, con el que se comprometieron a terminar el largo conflicto entre ambas partes.
Posteriormente venció el No en el plebiscito convocado con el objetivo de validar ese consenso por la vía popular, resultado que abrió un debate nacional sobre el contenido de los pactos y su vigencia, en el que participan los defensores del voto negativo.
Al ser interrogado sobre posibles alternativas de fracasar esa gestión, Alape prefirió no formular nada de manera directa.
Debemos ser cuidadosos y no presentar iniciativas sin ponernos de acuerdo con el Gobierno, porque para nosotros sería también factor de inconformidad si el Ejecutivo empezara a plantear fórmulas sin que hayan sido construidas de manera consensuada en la mesa, comentó.
Algunos de los reparos de sectores impulsores del No, liderados por el expresidente Álvaro Uribe, giran en torno a temas como la justicia transicional, que fue uno de los más espinosos de los diálogos entre representantes gubernamentales y de ese movimiento insurgente.
De entrada Alape considera incoherente la propuesta de esos grupos, tradicionales detractores del proceso pacificador, referida a que los jefes de las FARC-EP sean recluidos en colonias agrícolas, reseñó el periódico de circulación nacional.
Para eso esta guerrilla -la principal involucrada en la guerra interna- se habría ahorrado seis años de negociaciones con el Gobierno (dos de ellos para preparar los encuentros oficiales), esa ruta no nos lleva a la distensión, subrayó.
Nosotros -añadió- opinamos que la proyectada Jurisdicción Especial para la Paz garantizará una justicia restaurativa y reparadora; su esencia es llevarnos a un gran compromiso para que nunca más se utilice la violencia con fines políticos.
Alape aseguró que el verdadero resarcimiento para las víctimas de la confrontación será a través de ese mecanismo, el cual prevé investigar, esclarecer, perseguir, juzgar y sancionar las graves violaciones de los derechos humanos y las graves infracciones al derecho internacional, algo que nunca ha ocurrido en Colombia, dijo.
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