Desde los campos, en medio del jardín tres campesinos pertenecientes a la Cooperativa de Créditos y Servicios, Nieves Morejón, del municipio de Cabaiguán, rinden homenaje a Fidel. Para ellos el mejor regalo, además de seguir su ejemplo, son las flores
Orlando Álvarez Cruz, trabajador de la finca El Dajao, en las cercanías del poblado de Guayos, expresa su pesar por el fallecimiento del hombre que, según él, ha sido como un padre para todos los cubanos. “Desde el propio sábado por este jardín han pasado muchas personas en busca de flores, espirituanos, villaclareños y hasta habaneros. Este, sin dudas, es mi modesto regalo al hombre que hizo historia, que dejó una huella imprescindible en Cuba y en el mundo.
“Si no hubiese existido un Fidel, yo no habría podido estudiar, soy ingeniero Agrónomo y mi carrera se la debo a él. Muchos cubanos deben sentirse orgullosos del Comandante, unos porque se formaron bajo su mirada y ejemplo, otros porque tienen hijos o nietos que lo hicieron también, o porque fueron atendidos gratuitamente en un centro de Salud, o beneficiados con la construcción de una vivienda o por recibir cualquier otro servicio, de los tantos que se crearon por iniciativa de él”.
Ya me preparo para ver pasar la caravana
Heriberto Sorí, otro campesino pero de la zona de El Ingenito, en Cabaiguán, ya se prepara para ver pasar la caravana que trasladará las cenizas del Comandante en Jefe hasta Santiago de Cuba: “Ya tengo listas las flores para hacer un ramo grande y colocarlo en el frente de mi casa, aledaña a la Carretera Central y una hasta donde izaré la bandera cubana. Con flores multicolores en mis manos lo saludaré desde mi hogar, junto a mi esposa e hijos.
“Pero antes de ese momento recorro los jardines para recoger las espigas frescas y regalarlas a quienes acudan a mi casa, de hecho médicos, educadores, trabajadores del Comercio y de la prensa portan flores de mi jardín para homenajear al Comandante.
“Ese es mi mejor regalo, al hombre que nos dio la luz en enero del 59, al que no se cansó nunca ni en los momentos más difíciles, para él no habrá un adiós, sino un ¡Hasta siempre!”.
Gracias a esos hombres y a todos los que regalaron flores para Fidel, es un tributo hermoso y sincero, el dolor tiene muchas formas de manifestarse y la gratitud también.