El movimiento telúrico de alta intensidad, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, tuvo su epicentro a 39 kilómetros al suroeste del puerto de Quellón en la Isla Grande de Chiloé, a una profundidad de 34,6 kilómetros.
Fue percibido en regiones aledañas a la zona, además de ciudades y pueblos argentinos. Chiloé se ubica a mil 300 kilómetros al sur de Santiago.
El director general de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), Ricardo Toro, aseguró categóricamente que no hay afectación de vidas humanas.
Sin embargo, admitió que todavía no hay informes de daños materiales, lo cual está en proceso de evaluación en estos momentos.
‘Algún daño debe haber, pero queremos ser muy precisos’, recalcó Toro.
Por su parte, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) determinó la evacuación inmediata para la Isla Grande de Chiloé y luego de prepararse para un eventual tsunami, rebajó el estado de precaución.
De todos modos, recomendó a la población abandonar las zonas de playa y mantenerse alerta. Testigos subrayaron que el sismo fue largo e intenso, con daños severos en las carreteras.
La Onemi indicó que en la región de Los Lagos, la más impactada por el terremoto, fueron evacuadas unas cuatro mil personas.
Sergio Barrientos, sismólogo de la Universidad de Chile, indicó que se han registrado más de 10 réplicas y advirtió que pueden darse otras de más de seis grados en la escala de Richter, que pueden seguir durante los próximos días.
Barrientos confirmó que han ocurrido problemas con la comunicación. Todo parte de la falla de Nazca y tenemos un panorama de difícil pronóstico, pero de momento no hay indicios de que pueda empeorar la situación, acotó.
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