Aunque el gobierno haitiano reportó avances en su respuesta a la catástrofe causada por el huracán Matthew, sigue siendo importante la llegada de más ayudas y su pronta distribución
Las autoridades dieron el lunes último una evaluación parcial de los daños causados por el meteoro que del 3 al 4 de octubre impactó la península que conforma la parte sur del país y causó severos destrozos en las ciudades y comunidades costeras de cuatro departamentos.
Según ese último parte provisional oficial, el huracán causó 473 muertos, 75 desaparecidos, 339 heridos y mantiene a 175 mil personas albergadas en 224 abrigos provisionales y más de 120 mil familias perdieron sus casas. Posteriormente, fuentes oficiales hablaron también de 546 muertos.
Si bien antes de Matthew el Programa Mundial de Alimentos había establecido que 3,2 millones de haitianos vivían en inseguridad alimentaria, ahora más de 1,4 millones de habitantes en la región sur del país están en situación de urgencia humanitaria.
El gobierno reportó que se ha trabajado para restablecer la comunicación entre Dame-Marie, Abricots, Anse-d’Hainault, Bonbon, Coteaux, Roche-à-Bateaux, Porte-à-Piment, y con apoyo del comité de emergencia y empresas privadas se ha recuperado el 60 por ciento de los trayectos en el extremo oeste de la sureña península.
En los departamentos del Sur y de Grand’Anse reforzaron la labor de recuperación de vías por especialistas dominicanos y equipo pesado, mientras el Ministerio del Interior y de las Colectividades Territoriales transporta alimentos, agua y medicinas a las personas en refugios temporales y las comunidades en Nippes, Grand Anse y Sur.
El gobierno haitiano definió en esta ocasión su responsabilidad en la distribución de ayudas y limitó a las ONG del manejo de recursos para evitar que se repitan episodios como los del terremoto del 2010, cuando organizaciones extranjeras desconocieron autoridades y manejaron la ayuda a su provecho sin que en muchos casos llegara a los necesitados.
Pero también ocurre que la distribución de lo que está llegando a las zonas de desastre no es todo lo rápida que la situación requiere, aumenta el descontento y personas desesperadas por el hambre agreden a pedradas convoyes que circulan con ayuda humanitaria, lo que puede complicar esa distribución.
En ese escenario se confirma un aumento de casos sospechosos de cólera en los departamentos del Sur y Grand Anse y las autoridades de salud preparan una campaña de vacunación y medidas de prevención para contrarrestar una epidemia que ha cobrado 10 mil vidas desde el 2010.
A través de los medios algunas figuras reclaman al gobierno apoyar al campesinado para impulsar la producción nacional y acelerar la recuperación y en ese sentido se pronunció a través de AlterPresse el jurista Jean Marie Evens Bellabe.
Autoridades de la Agricultura confirmaron afectaciones en casi el 95 por ciento de las tierras cultivables donde labora el 60 por ciento de la población que trabaja, se perdieron cosechas y más de 350 mil cabezas de ganado mayor y menor.
El Instituto Nacional del Café reconoció que Matthew devastó más de 35 mil 800 hectáreas de ese cultivo en la Grande Anse, Sur, Nippes y otras localidades, pero la entidad aclaró que se forman brigadas para limpiar esas parcelas y hacer viveros para sembrar 20 mil hectáreas y se gestionan créditos.
Mientras las autoridades toman medidas para dar respuesta a la emergencia sigue llegando la ayuda internacional que ha incluido aportes de medicos de Cuba y Venezuela, alimentos y medicamentos de Bolivia, un convoy de víveres, medicamentos, materiales de construcción y equipos pesados de República Dominicana, sin contar las habituales donaciones de Europa, Estados Unidos y los organismos internacionales.
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