Después del paso del cortejo fúnebre con las cenizas de Fidel, el pueblo espirituano expresó sus sentimientos por el líder cubano
Con el paso ágil y banderas en la mano, unas medallas destacan en sus pechos; tímida al preguntar, obtengo una respuesta digna:
“Es un momento histórico para mí, como lo ha sido para todo el pueblo de Cuba, porque yo que vengo luchando desde la Sierra jamás había vivido un momento como este, se han puesto de manifiesto la simpatía y el cariño del pueblo por Fidel, y el compromiso de los que como yo estamos dispuestos a defender la Patria. Puedo decirte que casi me caigo por tal de verlo, porque estaba en un banco. Lo que sí te digo es que ahora hay que ir a Santiago”, comenta Alberto Pino Solenzal, miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en Sancti Spíritus.
“El mundo entero lo quiere, era impresionante estar frente a él, no se puede describir lo que siente”, refiere Modesto Córdova Betancourt a su compañero.
ALLÍ ESTÁBAMOS LOS JÓVENES
Las banderas se agitaban con fuerza, ellos gritaban a viva voz: ¡Yo soy Fidel!, frase que ha acompañado el paso de la Caravana desde su salida de la capital. Se distinguían por llevar del lado del corazón, dibujado en las ropas, los ramos de olivos y el rombo rojo y negro con una estrella, sí, la simbología que inmortaliza el grado militar del Comandante en Jefe.
“Este momento fue difícil, yo no lo conocí y vi sus cenizas pasar por delante de nosotros, allí estábamos los jóvenes, y repetimos con fuerza: si de la sangre de un estudiante depende mi soberanía, Comandante en Jefe: puede contar con la mía”, así se expresa Laritza Rivadeneira Melendre, representante de la Federación Estudiantil de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez.
“De Fidel conocí el valor de la solidaridad, del altruismo”, acota sin dudas.
EL FIDEL QUE CONOCIMOS
Mayvelin Sánchez Carmenate, especialista en Citohistopatología, se encontraba en la interseción de las calles Adolfo del Castillo y Avenida de los Mártires, y tiene aún el rostro serio. Con la agilidad de sus manos se seca las lágrimas: “Fidel es el hombre de este siglo y del pasado, no existirá otro igual, no tengo otra forma de expresarlo”.
FIDEL ES UNA GLORIA MUNDIAL
Cerca, el capitán Ángel Martínez Mestre, jefe de grupo de la Brigada Especial del Ministerio del Interior en Sancti Spíritus, de manera concisa señala: “Es difícil hablar del Comandante en Jefe, decir cualquier cosa se quedaría chiquita. Yo no soy religioso, pero se puede decir que ese hombre es un Dios, una gloria mundial”.
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