Unas mil 500 innovaciones realizadas por trabajadores espirituanos durante el pasado año tuvieron un efecto económico de más de 18 millones 248 mil pesos
Al efectuarse la asamblea de balance del movimiento de innovadores y racionalizadores del territorio espirituano se informó que esa contribución es superior a la lograda en 2014.
Esperanza Castro, presidenta de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en la provincia, destacó que el aporte estuvo dirigido, principalmente, a la producción de alimentos, ahorro de portadores energéticos, y fabricación y recuperación de piezas de repuesto en varias ramas de la economía.
Como complemento del encuentro se llevó a cabo este sábado la Exposición Provincial de la ANIR, dedicada a saludar el aniversario 40 de esa organización. En ella se exhibieron más de 200 trabajos que han dado respuesta a problemas de la producción y los servicios en el territorio espirituano.
Los sectores de la construcción, la industria y la pesca estuvieron muy representados en la exposición, de la que saldrán los trabajos que serán presentados en el certamen nacional.
En esta feria anirista se reconoció la labor de la licenciada en Educación Lisbet Hernández, a quien se le otorgó el Sello Forjadores del Futuro, de las Brigadas Técnicas Juveniles, por sus resultados al aplicar novedosos sistemas informáticos en la Empresa de Construcción y Montaje Sancti Spíritus, entidad donde labora.
Siempre hay que estar haciendo algo para beneficio colectivo, dijo la joven a la ACN y agregó: Por eso estoy enfrascada ahora en crear una base de datos para el control de graduados en la Unidad Empresarial de Base de Capacitación de nuestra empresa.
El ocho de octubre de 1976 se constituyó en Cuba la ANIR para satisfacer necesidades de la producción de bienes materiales esencialmente; desde entonces son cuantiosos los aportes de este movimiento que agrupa en el país a más de 204 mil asociados.
Nuestra sociedad le debe mucho a nuestros aniristas, fueron ellos en pleno periodo especial quienes con sus innovaciones nos permieron reisistir, construyendo piezas y reparando nuestras industrias, pero es la hora de cambiar de paradigma, de la resistencia debemos pasar a desarrollarnos por lo que nuestras innovaciones deben ser incremntales, osea, no a reparar, sino a lograr nuevos productos e incrementar la productividad de nuestros procesos tecnológicos.