El primer mandatario afroamericano de Estados Unidos, Barack Obama, iniciará una histórica visita oficial a Cuba a partir de este domingo, el acontecimiento más significativo luego del proceso de deshielo iniciado el 17 de diciembre de 2014, cuando el presidente cubano Raúl Castro y su homólogo norteamericano anunciaron el interés mutuo de avanzar hacia una nueva era en las relaciones entre las dos naciones.
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De este modo, Obama devendrá el segundo presidente entre los 44 gobernantes en la historia del país norteño en viajar a Cuba, solo precedido por Calvin Coolidge, quien desembarcó en La Habana a inicios de 1928 con el propósito de participar en la VI Conferencia Panamericana, celebrada bajo la dictadura de Gerardo Machado.
Barack Obama fue electo presidente de Estados Unidos el 4 de noviembre de 2008 después de vencer al candidato republicano John McCain, y juramentó el 20 de enero de 2009. Resultó reelegido el 6 de noviembre de 2012 para ejercer el cargo por un periodo de cuatro años más, tras vencer al candidato republicano Mitt Romney.
Previo a la visita de Obama, durante la pasada semana los Departamentos del Tesoro y Comercio de Estados Unidos emitieron nuevas regulaciones que modifican la aplicación de ciertos aspectos del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, uno de los principales escollos para la normalización de las relaciones.
Tal como lo ha referido la cancillería cubana, algunas de estas medidas amplían el alcance de las adoptadas con anterioridad, como es el caso de la que autoriza ahora los viajes individuales bajo la licencia para intercambios educacionales, llamados “pueblo a pueblo”. No obstante ello, persiste la prohibición legal a los ciudadanos estadounidenses de viajar a Cuba.
Al reflexionar en torno a la medida, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, sostuvo el pasado 17 de marzo que “se sigue obligando a los ciudadanos norteamericanos a conservar registro de todos sus gastos y de todas sus actividades, y se les exige, de una manera insólita, que dediquen todo el tiempo de su visita a nuestro país, no a disfrutar el contacto abierto con los cubanos y las maravillas de Cuba, sino, según dice estrictamente la decisión ejecutiva, ‘a promover la independencia de los cubanos’”.
Rodríguez Parrilla consideró que constituye una prohibición injustificable la amenaza de sanciones penales o administrativas por viajar a Cuba en condición de turista.
En el cuarto paquete de medidas resulta de impacto la autorización a Cuba del empleo del dólar en sus transacciones internacionales; pero, tal como advirtió el diplomático cubano, para que esta nueva regulación sea viable, “se requerirán seguramente declaraciones políticas de muy alto nivel del Gobierno de Estados Unidos, se requerirán documentos de alcance jurídico, aclaraciones legales numerosas del Departamento del Tesoro que den seguridad jurídica y política a los bancos extranjeros y a los propios bancos estadounidenses”.
A la par de todo ello, el miércoles anterior quedó restablecido el servicio de correo postal directo entre Estados Unidos y Cuba, con el arribo a la isla del vuelo inaugural proveniente de territorio norteamericano; se trató del primer viaje de ese tipo realizado entre los dos países en casi 50 años.
También este viernes, el Servicio Oceánico Nacional, perteneciente a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento del Comercio de Estados Unidos, y la Oficina Nacional de Hidrografía y Geodesia de Cuba firmaron un memorando de entendimiento con miras a mejorar la seguridad de la navegación marítima.
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