Insalubridad en Agramonte

Vecinos de un caserío denominado Agramonte Interior, en la ciudad de Sancti Spíritus, escribieron con cierta alarma relativa al desorden urbanístico y a la insalubridad que reinaban, al momento de redactar la carta, en aquella especie de barrio en construcción. En una esquela respaldada por numerosas fotos y echada al

Vecinos de un caserío denominado Agramonte Interior, en la ciudad de Sancti Spíritus, escribieron con cierta alarma relativa al desorden urbanístico y a la insalubridad que reinaban, al momento de redactar la carta, en aquella especie de barrio en construcción.

En una esquela respaldada por numerosas fotos y echada al buzón por Fernando Sobrino, residente del lugar, se daba constancia de “las condiciones antihigiénicas en las que se encuentra el vecindario debido al curso de las aguas residuales que pasan por los patios de las viviendas”. Según agregaba el texto, les preocupaba la posibilidad de contraer enfermedades transmisibles, algunas de las cuales han estado “de moda” en los últimos años.

En visita al lugar se pudo constatar que se trata de un caserío que comenzó a nacer en el año 2007, con el desbroce de las áreas, luego del otorgamiento de solares para módulos de viviendas estatales a través de sus correspondientes empresas, según referencias de Pablo Jiménez García, presidente del CDR y coordinador de la zona.

Aquellos terrenos, antes pertenecientes a la empresa agropecuaria Managuaco, muestran ahora una imagen desagradable, al acoger moradas en diferentes fases constructivas, incluida la de cimentación y hasta solo marcadas sobre la superficie. No hay viales definidos ni alcantarillas que permitan encauzar las aguas residuales, algunos dueños todavía residen en facilidades temporales y se carece del servicio de acueducto.

Sin embargo, el aspecto más alarmante de todo lo visto allí a comienzos de marzo fue la insalubridad referida por los vecinos, palpable en una zanja de aguas pútridas que corrían por la parte trasera de los domicilios de la senda derecha, colindante con los inmuebles que dan hacia el otro lado. Dicha zanja vierte hacia la cañada de Mataburro, bien cercana al lugar. A ello se sumaban los baches y huecos del camino, rellenados con escombros para aliviar la travesía y hacer menos molesta la convivencia.

INDISCIPLINAS SUBYACENTES

Inquirida por esta publicación, Yudith Pérez Ramírez, vicepresidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en el territorio cabecera, precisó que a partir del 2006 se inició un plan estatal de inversiones para viviendas que serían ejecutadas por entidades, pero el mismo fue paralizado en el año 2011 por estrecheces económicas.

Como resultado de indisciplinas de numerosos propietarios, apuntó, grupos de familias se radicaron en las moradas sin haber adquirido estas el estatus de habitable y no pocas acometieron acciones constructivas que constituían violaciones del proyecto. “Este año 2016 resultó posible retomar el viejo propósito y en concordancia con ello en el municipio se aprobaron 111 domicilios, mayormente en fase avanzada de ejecución, para ser terminados; de ellos un grupo corresponde a ese lugar”, agregó la fuente.

Pérez Ramírez explicó que allí se ha dado seguimiento semanal al comportamiento de las condiciones higiénico-sanitarias, por tratarse de un entorno proclive al surgimiento de focos infecciosos. La Dirección Municipal de la Vivienda, por su parte, toma cartas en el asunto y ha impuesto multas y realizado advertencias a los infractores, en tanto el personal de Salud corre a cargo del saneamiento y fumigación del área, según adujo también la Vicepresidenta.

SOLUCIÓN TRUNCADA

“En la década del 2000, no podría precisarle el año, la Empresa Vial 6, de Mantenimiento Constructivo y Viales, comenzó allí una acción de saneamiento en la zanja que sería la solución radical del problema, porque consistía en el revestimiento de la misma con tubos de un diámetro apropiado. Aquello se paralizó y los recursos, al no estar debidamente protegidos, fueron robados del lugar. A partir de ahí comenzaron los avatares de esa zanja”.

Las coordenadas las ofrece Osvaldo Ajete Cruz, delegado de la Circunscripción 57, perteneciente al Consejo Popular de Jesús María, y quien se desempeña como jefe de la Oficina Municipal de Atención a Combatientes, quien significó, asimismo, que hacia la cañada vierten todos los domicilios de la calle Agramonte a partir de su intersección con San Ignacio. “La Dirección de la Vivienda ha asegurado que la van a entubar, hace falta que ese compromiso se materialice”, apuntó.

Es cierto, dijo, que se han adoptado medidas para higienizar el entorno y se fumiga cada viernes. No obstante, Ajete estima que las ilegalidades constructivas, junto a la ocupación por casi una década de facilidades temporales, obedecen mayormente a la falta de acción de organismos como Planificación Física y Vivienda.

Delia Proenza y y Adriana Alfonso

Texto de Delia Proenza y y Adriana Alfonso
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

2 comentarios

  1. Este tipo de artículo es el que necesitamos, críticos y esclarecedores, ojalá los organismos involucrados con su solución hagan lo que sea necesario para solucionarlo, ya que la salud de los espirituanos es la que está en riesgo

  2. José Sánchez Díaz

    Mire no es solo en agramonte vaya a La Sierpe donde quiera hay un tubo o desbordes de aguas albañales a mi casa el agua sube intermitente y te la cobran a pesar de explicarle al cobrador que el cobra un servicio que no presta esta robando, me prestan un servicio de agua no potable por las características que esta tiene supera la mayoría de las veces el gramo de minerales disueltos por litro de agua una parte de la población padece de cálculos en los riñones, y desconocemos las cantidades de pestecidas que consumimos como los pozos están prácticamente dentro de las áreas arroceras y en estas se asperjan sobre áreas anegadas cientos de miles de tonelas de fertilizantes, y miles de litros de plaguicidas dos grupos herbicidas y plaguicidas, control de hierbas y insectos, muchas veces sobre los asentamientos poblacionales, como , glifosato, metamidofos, rehén y otros cuyos efectos están comprobados que son cancerígenos, de hecho la mayor tasa de incidencia y prevalencia de Cuba esta en La Sierpe.

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