Sin un gran tiempo, pero con paso de campeón, el velocista Leinier Savón aportó la cuarta medalla de oro de Cuba en los XV Juegos Paralímpicos que acontecen en Río de Janeiro
Leinier Savón impuso carácter en la pista del estadio olímpico de Río de Janeiro. Sin mucho esfuerzo marcó 10.97 segundos en los cien metros de la categoría T12 (débiles visuales profundos).
En cuanto al tiempo, fue inferior al marcado en las preliminares, pero el guantanamero vino a Brasil a buscar un título y ya lo tiene, su primero en Juegos Paralímpicos.
“No vine a buscar un récord”, comenta en la zona mixta. “Minutos antes de correr estuve hablando con mi entrenadora, ella sabe que yo ansío mucho romper ese récord, pero eso solo hace que me contraiga y tenga problemas en la técnica de la carrera”
En efecto Miriam Ferrer, quien lo ha guiado por su enjundiosa carrera le sugirió: “vamos a correr para ganar porque yo sé que tú ansias ese título, me enfoque en ganar y corrí para eso y ya”, lo repite este muchacho con apellido de boxeador.
En sus palabras tan breves como la carrera de su pupilo, Miriam Ferrer resume la hazaña: “tiene los atributos de un buen velocista en arrancada, velocidad, saltabilidad y final, a pesar de entrar hoy sin tirarse, pero lo importante era ganar.”
Leinier corrió cómodo. Lo acuñan los tiempos de sus seguidores en el podio: el sudafricano Jonathan Ntutu (11.09), el alemán Thomas Ulbricht (11.39) y el azerí Elmir Jabrayilov (11.51), quienes quizás desde las preliminares sabían que le iban a mirar la espalda.
“Solo me enfoqué en llegar a la meta, hacer lo que había hecho hasta ahora en los entrenamientos, me gusta desde el principio imponer respeto, que mis rivales supieran que yo estaba aquí”
Savón fue otro título esperado, el cuarto de Cuba en esta cita brasileña. “Como mismo lo esperaba yo, lo esperaba Cuba entera, la gente de mi equipo, mi familia de Guantánamo, mi mamá y yo orgulloso de haberle regalado este título
Pero este no es el único título que vino a buscar acá el muchacho que en el lapso de un año lleva cuatro títulos internacionales de renombre: doble campeón mundial en Doha, Catar y campeón panamericano. Acá, según afirma, le queda otro.
“Para los 200 metros me siento en perfectas condiciones, todo igual, la misma estrategia que me tracé para los 100”.
En la zona mixta se abraza a su bandera, luego de que no pudiera hacer el ritual habitual de cada atleta, por cuenta de los jueces. Sobre sus hombros, se ve más esbelta, más brillante, más libre.
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