El Sectorial de Cultura y Arte en Sancti Spíritus pasa revista al quehacer de este 2016. Escambray revela los logros y las debilidades que aún conviven en instituciones y creadores
Cuando casi dice adiós este año, la mayoría de quienes laboran en el sector de la Cultura, aún no han logrado despojarse del cansancio de una etapa de cambios, fundamentalmente, en la infraestructura de importantes instituciones que apuestan por plantar bandera en la programación de sus territorios.
Apoyado en los criterios de Rolando Lasval Hernández, director provincial de Cultura, Escambray revela los logros y las debilidades que aún conviven en instituciones y creadores.
Como resultado de la política del sistema cultural y apoyado por el Ministerio de ese ramo, resurgieron, cual ave Fénix, instalaciones que padecían de un gran deterioro: la Casa de Cultura María Montejo, de Jatibonico; el Centro para las Artes Serafín Sánchez Valdivia, de Sancti Spíritus, otrora cine con igual nombre; así como se transformó la sala principal de la Galería de Arte Oscar Fernández Morera, de la ciudad del Yayabo. Igualmente, gran parte del resto de las instituciones fueron objeto de acciones menores, al calor de la celebración de la sede del acto nacional por el 26 de Julio.
Para Rolando Lasval Hernández, máximo timonel de un sector de gran significado en la formación integral de los seres humanos, esas acciones pretenden elevar la calidad de las creaciones artísticas, para así ofrecer un mejor servicio al pueblo.
“Ha sido resultado de una política que busca revertir las deficiencias que teníamos en el sistema institucional, sobre todo, en la creación de espacios para proyectos de las artes escénicas; la Brigada de Instructores de Arte y el Movimiento de Artistas Aficionados. Así se cierra una estrategia fuerte en la mayoría de las instalaciones que abren sus puertas a los diferentes grupos etarios”.
A pesar de contar con centros, en su mayoría, con condiciones excelentes, aún el público espirituano no se siente identificado del todo. ¿Qué falta?
No podemos aspirar a que inmediatamente las personas se inserten en los espacios que por mucho tiempo estuvieron inutilizados. Para ello, se precisa trabajar con una programación sistemática y con calidad; así como traer referentes nacionales en las diferentes manifestaciones. La cultura es formación de público, de gustos y no podemos cejar en ese empeño, para formar un ser humano más culto y preparado, verdadera misión del sector cultural en Sancti Spíritus.
Pero hay instituciones con las puertas abiertas hace tiempo y no lo logran, mientras otros espacios como la Casa de la Guayabera y el Complejo Javier Villafañe, con la Peña de Tachuela, se hacen pequeños para tanto público…
Esas referencias son resultado de la calidad y variedad de las presentaciones de su producto artístico y la promoción. Por ejemplo, hoy tenemos un caso negativo en la Casa de las Promociones Musicales que está descomercializada. Hay que diseñarle una programación coherente y atractiva.
A ese fenómeno se le suma también la ausencia de los llamados estudios de públicos, otro talón de Aquiles del sector. Con respecto a ello, ¿qué estrategias se han trazado?
El Centro de Superación para la Cultura de Sancti Spíritus ya hizo pesquisas basadas en postulados científicos, relacionadas con el tema. Sus resultados ya han sido discutidos con quienes dirigen y, realmente, coincidimos que revelan por dónde se debe trabajar y qué falta. A partir de ahora regirán el camino a seguir.
Aunque insuficiente, sin dudas, las cabeceras municipales son más favorecidas en las propuestas de la programación cultural, mientras que las comunidades alejadas viven otra realidad. A fin de revertir esa situación, artistas e intelectuales las visitaban con sistematicidad. Mas, tras conocerse la política nacional de reducir los planes energéticos, el intercambio entre creadores y pobladores también disminuyó.
Tuvimos que rediseñar el ambicioso plan de giras, pero sin dejar de llevar aquellas opciones que marcan referentes. Vamos a las comunidades, en tanto ellas necesiten del recurso humano para dar talleres, cursos y presentaciones que fortalecen el quehacer de aficionados y unidades artísticas. La máxima es lograr allí una programación endógena. Gracias a esa estrategia en las últimas galas y actos por las reanimaciones de las localidades no hemos tenido que intervenir con talento profesional.
El 2016 premió a Sancti Spíritus con la celebración de importantes eventos culturales. ¿Fortalezas y debilidades en sus complejos procesos productivos?
Si mencionamos el número se constata que hemos consolidado eventos y espacios, que inciden en el mejoramiento continuo de la programación cultural del territorio. Pero no todo está resuelto y aún tenemos que lograr propuestas más atractivas, destinadas a públicos específicos como el juvenil y adolescente.
¿Y en cuanto al aprovechamiento de los espacios públicos?
A partir de la preocupación de la máxima dirección política de la provincia de incrementar el aprovechamiento de los lugares públicos hoy hemos mejorado en sus usos, aunque no es suficiente. Por ejemplo, en el Complejo Recreativo Cultural Plaza de los Olivos aún quedan aspectos constructivos vinculados con las condiciones acústicas que nos impiden hacer mucho más; asimismo se han abierto las zonas del bulevar, Avenida de los Mártires y el parque Serafín Sánchez Valdivia. Todavía tenemos que insistir en que se respete en esos sitios la política musical, al igual que se precisa llevar esas experiencias espirituanas al resto de los municipios donde no hay una caracterización de espacios y persiste, en mayor medida, una contaminación sonora.
Históricamente la danza ha sido la Cenicienta de las manifestaciones artísticas en predios espirituanos. ¿Cuánto falta para lograr equilibrarla con el resto?
Tras la introducción, desde el pasado curso, de esa manifestación en nuestro sistema de enseñanza artística ya podemos hablar de un cambio a mediano plazo, al lograr la primera graduación de la enseñanza elemental y que la mayoría prosiga estudios en otros niveles. Ese es el comienzo, que tiene, además, como eslabón fundamental el fortalecimiento del movimiento de artistas aficionados e instructores de arte, quienes juegan un papel importante en nuestra programación cultural.
¿Deudas del sector?
Abrir el diapasón de la programación cultural, según los estudios de público, así como hacer mucho más con las cantorías infantiles, la música campesina y tradicional y la danza.
¿Proyectos para el 2017?
En la cabecera provincial completar el mejoramiento institucional con la segunda etapa de la reparación de la Galería de Arte Oscar Fernández Morera y el mantenimiento ligero en las demás instituciones. Eso nos permitirá concentrarnos en otros municipios como Trinidad, Yaguajay y Taguasco. También es otro reto la consolidación de los megaeventos como el XXVIII Festival de Teatro Aficionado Olga Alonso, en Fomento, y la XXVI Feria Internacional del Libro, así como de los diferentes espacios, de acuerdo con las necesidades de los diversos grupos etarios.
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