La Contraloría —apuntó Gladys Bejerano— no puede verse como una agresión contra las administraciones, como si fuera el coco. La Contraloría busca honestidad, transparencia y un país con mayor eficiencia
El punto de venta de materiales de la construcción de Yaguajay transitaba por la cuneta y andaba más o menos a la bartola: allí los inventarios físicos resultaban no fiables, carecían de las condiciones logísticas necesarias para el aseguramiento de los productos, no poseían los medios de medición establecidos para la venta de áridos, incumplían con la frecuencia de los depósitos al Banco, no se elaboraban los comprobantes de ventas a los clientes, ni existía correspondencia entre el efectivo depositado y lo que reflejaban los vales de venta en el período auditado.
Estas y otras deficiencias detectadas durante la recién finalizada comprobación nacional al control interno acuñaron la vulnerabilidad de la fiscalización sobre estas producciones destinados a la comercialización con el fin de contribuir a resolver uno de los dolores de cabeza más acuciantes para los cubanos: disponer de un techo.
Los auditores establecieron que semejantes violaciones crean las causas y condiciones para la comisión de presuntos hechos delictivos y decidieron realizar allí una auditoría especial.
Pero desde ahora y sin ser perito las conclusiones saltan obvias a la vista: en esa empresa el comité de prevención no ha cumplido su cometido, ni los directivos de los distintos niveles han mantenido los ojos bien abiertos que demandan estos tiempos, en particular en aquellos centros donde existen ofertas de alta demanda.
Gladys Bejerano, contralora general de la República, quien presidió el resumen a la X Comprobación Nacional al Control Interno en la provincia, lo expuso sin medias tintas cuando admitió que algunos hoy construyen palacios, compran camiones enteros de materiales que no llegan a donde tienen que llegar, el soborno abunda, eso lo sabe todo el mundo y hay que frenarlo.
Sin embargo, no existen fórmulas mágicas ni resulta tan sencillo acabar con fenómenos que abundan en medio mundo. La teja siempre debe ubicarse antes de la gotera. Nadie debe sentarse a esperar auditores, ni expertos. Todo comienza por las causas que generan y multiplican los problemas.
En el encuentro trascendieron conceptos que no por repetidos pasan de moda: Lo que más daña a una persona es la falta de control… El director de una empresa resulta el auditor principal porque su método y su estilo implican a los demás… Este tipo de comprobación debe mantenerse, pero las dificultades se resuelven con las direcciones administrativas y los colectivos de trabajo… Cuando existe falta de control o informaciones no veraces se abren las puertas a los hechos delictivos y de corrupción.
Más allá de tan útiles e innegables teorías, el territorio mejoró sus resultados en esta recién finalizada comprobación, que abarcó 23 entidades de seis municipios, donde se valoraron indistintamente la implementación, desarrollo e impacto de la descentralización de facultades aprobadas para el sector empresarial; el cumplimiento de las medidas referidas al Programa de atención al envejecimiento poblacional; y el otorgamiento de los subsidios a la población para la adquisición de materiales de construcción, además de otros puntos complementarios.
Con esta exigente lupa casi ninguna entidad salió ilesa y entre las más señaladas aparecen la Empresa de Acopio Sancti Spíritus, con debilidades en la elaboración, desagregación y control de su plan del pasado año e incumplimientos en su encargo estatal —sobre todo en viandas y hortalizas—, todo marcado por inestables consejos de dirección en sus estructuras, desconocimiento y estados financieros no fiables, pendientes de una auditoría.
En general, también se detectaron entidades como la Torrefactora, la Empresa Provincial de la Construcción, la unidad constructora de Fomento y la pecuaria Sancti Spíritus que no han recibido los procedimientos o resoluciones con las atribuciones necesarias a sus directivos para desarrollar actividades que incentiven producciones, servicios y decisiones, la cuales pudieran impactar positivamente en el proceso de descentralización para el sector empresarial. Además, salieron a relucir incumplimientos en algunos surtidos y errores en el diseño de los sistemas de pago.
Por otra parte, en cuanto a la atención a la tercera edad se encontró insuficiente capacidad y limitadas condiciones en las instituciones asistenciales de acuerdo con la cantidad de población envejecida de Cabaiguán, falta de especialistas para atender los adultos mayores y de atención a este segmento con respecto a entrega de módulos, cuidados a encamados y postrados en sus domicilios, así como la escasez de culeros, bastones, andadores y colchones anti-escaras, entre otros medios.
Igualmente la X Comprobación reveló irregularidades en diversas empresas relacionadas con la contratación económica, el control y uso del combustible, las cuentas por cobrar y pagar, los pagos a privados y el seguimiento al efectivo en caja y Banco, entre otras.
El control interno resulta imprescindible en el actual proceso de perfeccionamiento del modelo de gestión económica. No depende de una persona. Depende de colectivos de dirección y de sus trabajadores. Aunque todas las deficiencias señaladas se discutieron, surgieron planes de medidas y muchas debilidades ya se rectifican, las respuestas no deben surgir como lucecitas de ocasión.
Si no existe un sistema, trabajo en equipo e integralidad, todo empeño resultará efímero. Esta comprobación también sirvió para enseñar y educar. La Contraloría —apuntó Gladys Bejerano— no puede verse como una agresión contra las administraciones, como si fuera el coco. La Contraloría busca honestidad, transparencia y un país con mayor eficiencia.
La controladora Nr. 1 se debería preguntar porque el robo, etc en empresas y campesinos privados son tan bajos y en las empresas estatales son todo lo contrario.
Una empresa socialista no funciona ni funcionará…. (Ejemplo vivo: Todos los paises hermanos de Cuba en Europa – CAME)