Entre los rasgos distintivos de la campaña sobresale que por primera vez en varios años se alcanza el plan de recolección de capadura
En pleno proceso de amarre y empilonado de la hoja —finaliza en agosto—, la cosecha tabacalera 2015-2016 exhibe estimados de acopio que superan las 3 012 toneladas de producción planificada y de momento auguran una entrega total en el orden de las 3 155 toneladas.
Odelbis Carrazana Lorenzo, director agrícola de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco, detalló a Escambray que se tiene certeza de cumplir el plan, a la vez que el territorio no renuncia —precisó— a conseguir las 3 200 toneladas comprometidas con el país a propósito de las afectaciones del cultivo en la región occidental.
De los más de 1 900 000 cujes cosechados en la campaña, hasta el día 14 se reportaban en fase de amarre y pilón 798 000, en tanto julio marca el momento pico de esos pasos que, a su vez, definen el último manoseo que les da el veguero a las hojas antes de pasar a los centros de beneficio y torcido.
El exceso de humedad en la etapa de siembra fue una piedra en el camino para muchos productores, al punto que se perdieron más de 360 hectáreas y algunos plantaron la vega hasta tres veces, situación que trajo consigo un alargamiento de la cosecha pocas veces visto en el territorio, pues todavía la semana anterior faltaba por concluir el corte de capadura en 10 hectáreas, explicó la propia fuente.
Entre los rasgos distintivos de la campaña sobresale que por primera vez en varios años se alcanza el plan de recolección de capadura, con un aporte estimado de tabaco por esta vía en torno a las 800 toneladas, el 30 por ciento de la producción total.
Odelbis Carrazana expresó que los vegueros espirituanos logran el mejor rendimiento agrícola de los últimos siete años, con 1.18 toneladas por hectárea, superior a la media del país, y también sobresale la producción de tabaco tapado destinado a la capa de los Habanos; se estima una entrega de 131 toneladas, de un plan inicial de 111.
“Por primera vez se llevó a escala productiva la variedad Sancti Spíritus 2006, la cual resistió las adversidades que enfrentó la campaña, por ejemplo, Taguasco siempre tenía cerca de un 20 por ciento de afectaciones por la Pata prieta —enfermedad causada por hongos del suelo— y ahora sembró con esa variedad el 60 por ciento del cultivo y los daños fueron mínimos”, explicó el director agrícola.
Además de sostener el crecimiento productivo iniciado hace varios años y de incorporar de una cosecha a la otra unos 100 productores, otra de las singularidades de la contienda tabacalera proviene de la construcción de aposentos para ampliar las capacidades de curación a tono con el estiramiento de la vega.
En el 2015 de edificaron 787 y en lo que va del 2016 la ejecución asciende a 433, actividad para la cual la provincia garantiza ya el 36 por ciento de la madera a utilizar, subrayó la fuente, en tanto reveló las halagüeñas perspectivas de la actividad considerada hasta hace poco la cruz del tabaco en Sancti Spíritus: “Con el programa de desarrollo del territorio en esta área planificamos para el año 2019 la autosuficiencia forestal de la provincia, menos con el horcón, mientras a partir del 2022 nos proponemos garantizar esa pieza en los bosques espirituanos”.
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