Escambray Periódico de Sancti Spíritus
El servicio de Laserterapia, en la Clínica Estomatológica Docente Provincial, de Sancti Spíritus ha aliviado el dolor causado por distintas patologías bucales durante casi tres décadas
Las gafas en el rostro del paciente y el instrumento con una luz roja en la punta que la especialista Elia Julia Hernández Capote introduce con sumo cuidado en la boca del remitido simulan por momentos una escena de Minority Report, la película de Steven Spielberg que revolucionó a medio mundo por su exceso de futurismo.
Ajeno a cuestiones mediáticas, el servicio de Laserterapia construye su propia impronta en suelo espirituano desde hace más de 25 años. Con curiosidad de novato, Escambray merodea entre puntos de acupuntura, dolencias y testimonios de los beneficiados para contar una historia, a ratos desconocida.
INTERIORIDADES
Más que una profesional de pies a cabeza; más que la mujer capaz de aplicar a ciegas disímiles procederes con la experiencia que le otorgan 16 años al frente de la consulta, la imagen de Elia coincide más con la de una madre. La serenidad que transpira, su voz, la dulzura en el trato también constituyen bálsamo. “Hay pacientes que, una vez concluido el tratamiento, pasan por aquí a interesarse, a saludar”, acota mientras narra el caso del niño que en pleno ciclón llegó con fractura en los huesos de la mandíbula.
“Estuvo cerca de seis meses ingiriendo alimentos con un absorbente, su diagnóstico era muy delicado. Empezó con las sesiones y, luego de mucho batallar, logró recuperarse enormemente. Hoy estudia la carrera de Psicología”, recuerda Hernández Capote, quien durante un tiempo asumió también la atención de pacientes de Trinidad y Fomento.
Así, los escasos metros cuadrados donde hoy habitan imanes, cables y esquemas repletos de tecnicismos devienen el sitio donde neuralgias del trigémino, alveolitis, estomatitis aftosas, hemorragias posquirúrgicas, entre otras afecciones, encuentran remedio definitivo gracias a este método indoloro. De acuerdo con la gravedad, se asigna el número de sesiones de “la lucecita en la boca”, como lo definieron cierta vez.
De ello da fe Gustavo López Alcuria, un hombre de 65 años, quien de vez en cuando parece un adolescente sonriendo delante del espejo. “Yo tenía una gingivitis bastante severa. Sangraba cada cinco minutos como aquel que dice —cuenta en su apartamento de Olivos II—. Gracias a Dios, el estomatólogo me remitió a la consulta. Después de algunas semanas estuve campana, hasta el sol de hoy”.
CONSULTA POLIFACÉTICA
El láser blando o láser terapéutico, como se le conoce, resulta un área joven dentro de la ciencia. Según refieren portales digitales especializados, Cuba figura entre las primeras del continente latinoamericano en introducir este particular en la medicina, al punto de fabricar algunos equipos para dichos fines, de alto costo en los mercados internacionales.
En el caso específico de la Estomatología espirituana, el término laserterapia comenzó a rondar los pasillos de la clínica en 1989, cuando plantaron un raro equipo, después modernizado, en el departamento de Periodoncia. Bien lo sabe María Cristina Cruz Milián, máster en Urgencia Estomatológica, quien, junto a una colega, asumió la capacitación de los técnicos y, años después, vio inaugurar el servicio en Trinidad, Fomento y Yaguajay, en actual funcionamiento.
“A la consulta solo se accede por indicación de un especialista. Excepto las embarazadas, las personas intervenidas quirúrgicamente o las diagnosticadas con cáncer, cualquiera puede recibir tratamiento para las patologías estomatológicas. La radiación láser tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos, inhibitorio, circulatorio y regenerativo. Por aquí rotan los estudiantes de la carrera en sus prácticas en tanto la asignatura está incluida en el plan de formación académica”, refiere la también jefa del departamento de docencia de la entidad de salud.
Mas, no es solo la unidad FISSER 21, de fabricación nacional, la autora de los prodigios. Puertas adentro, se vinculan los procedimientos con la terapia floral y los fitofármacos, así como la realización de la laserpuntura, es decir, la aplicación del láser en los puntos de acupuntura considerados por la medicina tradicional, este último realizado con un equipo multipropósito.
Si fuera necesario traducir en números la efectividad de estas operaciones en predios yayaberos, bastaría decir que desde enero hasta el cierre del pasado mes alrededor de 4 653 espirituanos han aliviado sus dolencias, de acuerdo con Juana María García, jefa del departamento de Estadísticas de la institución; bastaría, incluso, mirar a los ojos de Elia Hernández Capote para aquilatar cuánto bien se hace en ese diminuto espacio donde a diario ocurren no pocos milagros, aunque no salgan a la luz pública.
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Escambray / ISSN 9664-1277
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