“Les escribo en mi nombre y en el de muchos pasajeros que deben viajar de Sancti Spíritus a Cabaiguán los sábados y domingos. El tema es que para transitar en un almendrón —‘carromato’ del siglo XXI espirituano— entre esas dos ciudades, de lunes a viernes, se precisa pagar 10 pesos (CUP) por persona; sin embargo, a partir de las doce del día del sábado y durante los domingos los choferes de tales vehículos han determinado el arbitrario precio de 15 y en ocasiones hasta 20 pesos”, narra María del Carmen Monteagudo Pérez, vecina del Apartamento No. 16, edificio 224, en la calle Carlos Roloff, de la cabecera provincial.
“El argumento en dichos casos es que ‘la carne de cerdo está muy cara’. Te dicen: ‘que monte el que pueda pagarlo y si no, que se vaya en lo que encuentre’. Hablar de oferta y demanda en lo tocante al transporte es nuestra provincia es una gran superficialidad, así como desconocimiento de esos términos, además de una tremenda insensibilidad hacia los seres humanos en una sociedad que aún mantiene mucha bondad, con gratuidades o precios subsidiados hasta para los propios choferes de almendrones”, reseña María del Carmen, quien recuerda que no existen suficientes ómnibus con salidas estables y que las mismas están sujetas a supresiones por desperfectos técnicos. A ello se suman, apunta, las actuales restricciones con el consumo de combustible.
En su misiva, refiere, además, que los denominados boteros “cobran igual si vas directo a Cabaiguán que si vas a Guayos o te quedas a mitad de camino. Nos preguntamos: ¿y la justicia del fisco para qué se hizo? (…). Aprovecharse de las necesidades y debilidades de los demás para llenar los bolsillos individuales, en cualquier época, aquí y en cualquier parte del mundo, se llama injusticia”, reflexiona.
De acuerdo con la explicación ofrecida a Escambray por el subdirector de Operaciones de la Dirección Provincial de Transporte, Carlos Hernández Roque, actualmente los precios de los vehículos no estatales que ofrecen servicio en la modalidad de trabajo por cuenta propia están sujetos, efectivamente, a la ley de oferta y demanda, pero próximamente la situación deberá cambiar, cuando el Consejo de la Administración Provincial apruebe la propuesta elaborada en la instancia que dirige. “Realizamos un estudio en meses recientes, como resultado del cual proponemos un tope razonable en esos precios, algo que ya han hecho otras provincias del país”, alegó la fuente y precisó que, una vez en vigor la regulación oficial, los cuerpos de inspectores tendrán a su cargo velar por el cumplimiento de los precios que se estipulen.
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