Las principales ramas económicas de la provincia definen en la obra laboral que llevó al territorio a merecer la sede del 26 de Julio
Atrás quedaron los tiempos en que las noticias de Sancti Spíritus casi siempre nacían en los molinos del central Uruguay, en el aliviadero de la presa Zaza o en los arrozales de La Sierpe. Desde hace varios años los resultados del territorio rebasan el mero ámbito económico local y comienzan a figurar en importantes programas alimentarios del país.
Acoger la sede del Acto Central Nacional por el Aniversario 63 de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes tiene su mayor correspondencia con la obra productiva y económica de la provincia, pero esta especie de segunda medalla del 26 de Julio que cuelga ya en la historia de Sancti Spíritus, premia también una reanimación social visible en centros de la Salud, escuelas, instalaciones de los servicios, asentamientos poblacionales, en el Turismo y hasta en los viales que trepan a la montaña.
De la tierra brota buena parte del esfuerzo, no solo porque la ramas agropecuaria y azucarera representan el 49 por ciento de la economía local, sino que diversos renglones se sitúan en posiciones de vanguardia a nivel nacional y definen partidas apreciables en la distribución alimentaria del país, como son los granos, el tabaco, la miel, la leche, las conservas de frutas y vegetales, el arroz, los huevos y las carnes vacuna y porcina.
Para muchos espirituanos la sede del 26 de Julio guarda relación directa con la zafra y esa marca para el récord Guinness
—cubano— de llevar nueve años consecutivos cumpliendo el plan de azúcar. Si bien es una conquista que se distancia de las potencialidades, tiene en los trabajadores azucareros su principal sostén.
“Sancti Spíritus sabe hacer zafra”, suelen decir los entendidos dentro y fuera del territorio, tratando de descifrar una laboriosidad que ha sorteado los contratiempos y que a título individual traduce Yoelkis Hernández Martínez, chofer de la base de transporte de Natividad, al servicio de la UBPC Paredes durante la contienda: “Aquí se trabaja más de la cuenta, si nos guiamos por los operadores de combinadas tenemos que armar la casa de campaña en el cañaveral y olvidarnos de ver a la familia durante la cosecha”.
Los caminos del 26 espirituano llevan a otros resultados, entre ellos, los fondos exportables, la actividad turística con los mayores ingresos monetarios en divisas de los últimos 19 años, el quehacer de los acuicultores y las más de 100 comunidades beneficiadas con trabajos de reanimación.
Merecer la sede del 26 de Julio no indica que Sancti Spíritus sea una provincia perfecta; ahora mismo se mantienen carencias, inquietudes, anhelos; pero también late el reclamo de explotar las potencialidades y reservas que tiene el territorio para extender su desarrollo y ampliar las contribuciones al país.
Por eso, en vez de mirar al almanaque y llenar tertulias con los 30 años que separan a una celebración de otra, los espirituanos prefieren abrazar el resultado con dosis de trabajo y festejo; tal vez eso explique que en la calle lo mismo se habla de que “El carnaval tendrá más días”, “tengo que ir el viernes a sembrar boniato a una cooperativa de Cabaiguán”, o “¿te enteraste?, la siembra de caña será otra vez en el Uruguay”.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.