Directiva del sector educacional, fundadora de los órganos de gobierno en la provincia, secretaria y vicepresidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular y directora del ICAP en Sancti Spíritus, Alicia Crespo Díaz se reconoce en un universo de trabajo donde se mezclan decisiones, aciertos y desaciertos en los asuntos del pueblo. Como homenaje póstumo, Escambray rescata de sus archivos esta entrevista publicada en nuestras páginas hace tres lustros.
Ya habían dicho su nombre y sentada donde le correspondía se sentía confusa, su mirada recorría rostros conocidos y caras nuevas. De momento dejó de oír voces y aplausos, se vio, casi una niña, enseñando a leer y a escribir en aquel campito de Cabaiguán, y en Mota, muy cerca del Escambray con la tarea de ordenar la enseñanza. Desde su aula soñaba con hacer muchas cosas, superarse y llegar adonde quisiera.
Educación la llenó de deseos de hacer en un peregrinar como directora de ese organismo en Guasimal, Taguasco, Sancti Spíritus y Cabaiguán, hasta que llegó ese crucial momento. Era el 7 de noviembre de 1976 y se constituía el Órgano de Gobierno en Sancti Spíritus.
Desde la presidencia donde estaba sentada pensaba con algo de temor que aquélla era una época en que las mujeres no dirigían y la desconcertaba el hecho de que ella fuera la seleccionada, al menos en la provincia, para romper una vieja rutina monocorde y con sagradas costumbres patriarcales: había sido elegida como Secretaria de la Asamblea Provincial del Poder Popular.
Por si fuera poco, dos años más tarde resulta electa Vicepresidenta del Poder Popular, para adentrarse, contrariamente al personaje de la historia de Lewis Carrol en un maravilloso mundo real, trazado por un conejo blanco que ella llama trabajo. En esos tres universos, el de la Educación, el Poder Popular y ahora al frente del ICAP se ha desarrollado la vida de esta mujer que ha sabido vivir con sueños, certezas y desaciertos a cuestas.
Tal vez por haber aprendido en difícil escuela, cuando el Poder Popular está a punto de arribar a su aniversario 25, Alicia Crespo es la única delegada a la Asamblea Provincial, desde la creación de los Órganos de Gobierno.
¿Cómo fueron esos inicios?
Realmente fue una experiencia muy bonita y a la vez muy presionante; no estábamos acostumbrados a ese tipo de trabajo. La provincia necesitaba desarrollarse y hacia esa dirección caminamos en aquel momento. Para ponerte un ejemplo voy a hablar del transporte. Aquí no había más de ocho guaguas locales y tuvimos que solicitar transporte, hacer itinerarios, contabilizar población, movimiento intermunicipal, es decir, realizar un análisis con cierto rigor.
El sistema de vivienda fue algo en lo que se trabajó mucho; Los Olivos son hijos de estos primeros años y constituyeron una solución para problemas críticos, técnicos, e incluso, para traer a la provincia algunos especialistas que hacían falta.
Pero hubo una etapa que fue más difícil, los inicios del período especial.
Cada etapa tiene sus dificultades, en el 86-87 había todavía una situación solvente, pero también cuando se manejan muchos recursos y hay que repartirlos es una cuestión bastante complicada. Al mismo tiempo que desarrollas la economía tienes que atender a la población. Aun así se iban aliviando las mayores dificultades de las personas. El Poder Popular se creó para eso.
Más tarde llegó el período especial; los años 92, 93 y 94 fueron muy difíciles, de muchas escaseces, de mucha depresión en las empresas y de un poco de confusión en la gente que se sintió el impacto, y ése precisamente fue el trabajo de esos años: reaccionar ante la situación, buscar soluciones alternativas; hubo paliativos, no soluciones definitivas.
¿Qué pasaba en el momento de las grandes decisiones?
En este trabajo decisiones se toman constantemente. A mí lo que más me marcó fue el problema de la vivienda. Se trata de algo que nunca es totalmente soluble. Nos sentíamos muy bien cuando se entregaba cierta cantidad, pero también era muy doloroso ver a personas con muchas necesidades, gente con problemas y no poder hacer nada. Están las dos cosas: las positivas y las negativas. Siempre te vas a sentir insatisfecha.
Tengo la impresión de que en ese tiempo al Gobierno le faltaba labor administrativa.
Tienes razón, en aquella época existían los sectoriales que tampoco administraban. La vida impuso que había que hacerlo y apoyar a esas direcciones. Así funcionó el Comité Ejecutivo. Hubo necesidad de actuar con agilidad y rapidez para apoyarlas porque realmente no se cumplía con lo establecido y por esa experiencia a través de años surgen los Consejos de la Administración, imprescindibles para llegar a todas las entidades de la subordinación local. Eso junto a la exigencia, porque puede haber una estructura, control y métodos de trabajo, pero sin organización no hay resultados.
En estos años ¿qué le han aportado los Órganos de Gobierno?
Mucha experiencia de trabajo. Yo tengo un sentimiento hacia todos los delegados provinciales y municipales, sobre todo el de la base, que trabaja directamente con la población; son compañeros que merecen todo el respeto y todo el apoyo porque son verdaderos consagrados al pueblo. Yo diría que la población lo reconoce, pero necesitan un reconocimiento especial, pues es una tarea muy fuerte. Estas experiencias las llevará uno siempre. Ello me ha servido mucho para el trabajo y para la vida, para entender un poco más a las personas, los problemas que tiene la ciudadanía, comprenderlos.
EL ICAP también tiene que ver mucho con su labor como cuadro.
Es algo diferente, pero me siento satisfecha aquí, donde llevo cinco años, se logra ganar amigos para la causa cubana cuando hay gobiernos que no permiten esos vínculos directos por Cuba y en presencia de un bloqueo que se recrudece. Es un trabajo dinámico, por eso me gusta.
¿La mujer y la dirigente están realizadas?
Sí me siento útil, ya que es importante lo que hago, porque desde aquí puedo colaborar con la Revolución. He visto más las dificultades que los logros, por eso he podido tener resultados, en ningún momento me he detenido a lograr un éxito, siempre estoy insatisfecha y me iré del último trabajo que realice así, insatisfecha, porque siempre usted ve que pudo haber hecho algo mejor.
Para mí, por supuesto, ha sido más difícil por todo aquello de que la sociedad todavía no reconoce al sexo femenino, pero la mujer tiene una capacidad especial para ocuparse un poco de todo. Es algo que se lo ha dado el propio trabajo. Una se desarrolla según trabaja. El trabajo, ya lo dijo Martí, crea.
(Publicada originalmente en 2001)
Soy un boliviano que vive en Italia,hago parte del circulo de RIMINI de amistad ITALIA CUBA.Tuve la suerte de conocer una revolucionaria sencilla,profunda en sus ideas,convencida comunista,entregò su vida a la revoluciòn.
CON PROFUNDO DOLOR RECIBì LA NOTICIA DE SU ALEJAMIENTO FìSICO-VIVIRàS EN NUESTROS CORAZONES PARA SIEMPRE MUJER Y REVOLUCIONARIA CRISTALINA COMO EL AGUA DE UNA VERTIENTE.SEGUIREMOS TU CAMINO LUCHAR POR LOS PRINCIPIOS EXTRAORDINARIOS DEL COMUNISMO-IGUALDAD-SOLIDARIEDAD-DIVERSIDAD Y AMOR—UN BOLIVIANO CUBANO KATARISTA MARXISTA-BOLIVARIANO-CHAVISTA CASTRISTA MARTIANO–VENCEREMOS-GRACIAS POR TODO ALICIA.