Los cuadros de los líderes revolucionarios Néstor Kirchner y Hugo Chávez fueron bajados de las paredes de la Casa Rosada por ordenes del nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri
De acuerdo con los trabajadores de Casa Rosada, Macri ordenó una remodelación profunda de la sede de Gobierno la cual incluyó el retiro definitivo de los cuadros de los expresidentes de Argentina (Kirchner) y Venezuela (Chávez).
Los retratos de los fundadores de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) fueron colgados en mayo de 2015 en el Salón de los Patriotas de Casa Rosada por la exmandataria Cristina Fernández.
La acción del nuevo presidente de Argentina fue rechazada por trabajadores de Casa Rosada y simpatizantes del Kirchnerismo a través de las redes sociales. Macri ya había amenazado con quitar los cuadros de Kirchner y Chávez así como toda imagen relacionada a los logros alcanzados en gobiernos socialistas.
La semana pasada el Gobierno de Macri despidió a casi 500 trabajadores del ministerio de Cultura, 54 de la Casa Rosada y 105 de la Jefatura de Gabinete, todos pasan a formar parte de la lista de los más de 24 mil empleados despedidos por el empresario a dos meses de su mandato.
Hace unas horas, publicaba en su página de Facebook el politólogo argentino Atilio Borón:
A propósito de la remoción de los cuadros de Kirchner y Chávez en la Casa Rosada:
¡Disparen contra la UNASUR!
“Dos grandes cuadros, uno de Néstor Kirchner y otro de Hugo Chávez , fueron finalmente hoy descolgados de uno de los pasillos más emblemáticos de la Casa Rosada” informaba ayer por la tarde La Nación en su portal.
Nada casual. Kirchner y Chávez representan, más allá de cualquier crítica que se les pueda hacer, la voluntad de unión de los países sudamericanos. El bolivariano fue el primero y principal inspirador de la UNASUR y la CELAC. Néstor fue el primer secretario general de la instituciiión sudamericana que hoy cuenta con una estupenda sede en Ecuador, misma que lleva su nombre. El gobierno de Macri es un “proxy” de Washington y hace lo que se le ordena. Como es bien sabido desde la Carta de Jamaica redactada por Simón Bolívar en 1815, Estados Unidos se opone y opondrá a cualquier proyecto orientado a integrar o unificar los países al Sur del Río Bravo. Para prevalecer el imperio tiene que dividir o promover la discordia entre sus tributarios. Quitar los cuadros de Kirchner y Chávez es un gesto cargado de malévola significación, una señal enviada al imperio para reconfirmar la predisposición de las actuales autoridades de la Argentina de que su agenda de política exterior estará indisolublemente subordinada a las prioridades de Washington. Nuestro país será un obediente “caballo de Troya”, dispuesto, como otros gobiernos de la región, a sabotear desde dentro a la UNASUR y la CELAC. ¡Para esto querían que “Cambiemos”! Sería bueno que los que votaron a este gobierno, porque deseaban un cambio y nunca se detuvieron a preguntarse ¿cambio en qué dirección?, reflexionaran ahora que los duros hechos reemplazaron los almibarados discursos de la “revolución de la alegría” y la “calidad institucional”. Malo, muy malo para este país, una verdadera verguenza; y malo muy malo para toda Latinoamérica. Y una enorme falta de respeto para Chávez y para todos los bolivarianos, de Venezuela y de Nuestra América; y para Kirchne también. Más pronto que tarde les tronará el escarmiento.
Increible lo que hace el presidente Macri en su pais.