Con ese objetivo, HKND encargó a la firma australiana CSA Global Pty Ltd, un grupo de consultoría geológica líder en la industria, realizar una inspección aérea de la ruta del canal, ya definida, seguida de una serie de investigaciones.
De ese modo, se realizaron vuelos para la medición geofísica sobre la superficie de tres mil 975 kilómetros cuadrados que afectaría el canal, para la realización de lecturas magnéticas y radiométricas.
Los datos recopilados mediante técnicas de última generación permitirán evaluar los riesgos geológicos como la actividad sísmica, tsunamis, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierras y estabilidad de pendiente, señaló la empresa.
Asimismo, precisó en su informe anual que este año realizaron estudios sobre una sofisticada simulación de navegación y transporte, que servirá de base a la hora de diseñar la ruta de excavación.
Las autoridades de la compañía subrayaron que están tomando todas las previsiones posibles para garantizar que el canal sea seguro y fácil de usar para los buques de gran calado.
La colosal estructura tendrá 278 kilómetros de longitud, incluyendo un tramo de 105 kilómetros en el Lago Cocibolca, además de 230 a 530 metros de ancho y entre 26,7 y 30 metros de profundidad.
Tres veces más largo que el canal de Panamá, el megaproyecto incluirá también dos muelles, una vía ferroviaria, un oleoducto y un aeropuerto.
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