Barack Obama
prorrogó el estado de emergencia respecto a Cuba, declarado en 1996 por el mandatario William Clinton, tras el derribo por la isla de dos avionetas que violaron reiteradamente su espacio aéreo
El incidente, que tuvo lugar después de numerosas advertencias a las autoridades norteamericanas sobre las provocaciones de grupos anticubanos radicados en Miami, Florida, fue tomado como excusa por el Gobierno estadounidense para incrementar su política agresiva contra la mayor de las Antillas.
La Proclama 9398 emitida este miércoles por el mandatario, como es habitual cada año da continuidad a la instituída por Clinton, al prohibir a buques y aviones registrados en Estados Unidos entrar en aguas jurisdiccionales o el espacio aéreo cubano sin autorización.
Mediante el documento, Obama autoriza al Servicio de Guardacostas a inspeccionar e incluso ocupar embarcaciones sospechosas de violar el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, aunque en esta ocasión aclara que solo si una operación de ese tipo está en correspondencia con el derecho internacional.
En esta ocasión, el texto suaviza el lenguaje utilizado por las administraciones de Clinton y George W. Bush para justificar la continuidad de la medida, y al mismo tiempo reconoce el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones, así como el inicio de un proceso hacia la normalización de dichos vínculos.
Según la ley de Emergencias Nacionales, una provisión legal como la emitida hoy expira a menos que el jefe de la Casa Blanca la renueve cada año.
Obama viajará a Cuba el 21 y 22 de marzo próximos, en visita oficial, la primera de un gobernante estadounidense desde que en 1928 el presidente Calvin Coolidge viajó a La Habana.
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