Obama vino a ponernos la zanahoria delante

Tras participar en la cobertura a la visita del presidente norteamericano a La Hababa, los periodistas Juan Carlos Castellón y Elsa Ramos, comparten sus impresiones con Escambray Los ecos de la visita del Presidente de Estados Unidos a Cuba laten todavía en Sancti Spíritus y hasta el más común de

Tras participar en la cobertura a la visita del presidente norteamericano a La Hababa, los periodistas Juan Carlos Castellón y Elsa Ramos, comparten sus impresiones con Escambray

Desde puestos distintos, Elsa y Juan Carlos participaron en la cobertura de la visita de Obama.
Desde puestos distintos, Elsa y Juan Carlos participaron en la cobertura de la visita de Obama.


Los ecos de la visita del Presidente de Estados Unidos a Cuba laten todavía en Sancti Spíritus y hasta el más común de los ciudadanos saca sus propias conclusiones. La expectativa alrededor del acontecimiento tiene tantas aristas como habitantes existen; hasta en un velorio por esos días, en Caracusey, el tema Obama y su homenaje a José Martí resultó eje central de la tertulia.

Dos espirituanos vivieron el suceso en el propio escenario habanero: Juan Carlos Castellón Véliz, en calidad de corresponsal de Radio Rebelde acreditado para la cobertura, y Elsa Ramos Ramírez, invitada junto a otros tres periodistas deportivos del llamado interior del país al juego de béisbol frente a los de Tampa Bay Rays en el estadio Latinoamericano.

Escambray comparte sus impresiones acerca de una visita que ha dejado, sobre todo en la isla, numerosos matices.
“Me llamó la atención que La Habana estaba tan tranquila como siempre, incluso, había una periodista de la televisión dominicana cuyo reporte el domingo por la mañana era que la ciudad no estaba militarizada”, refiere Juan Carlos. “Me impresionó la disciplina que hubo en el estadio, que la gente disfrutó el espectáculo, y también el juego, se aplaudieron las buenas jugadas que se dieron, más allá del resultado deportivo”, describe Elsa.

Juan Carlos dio cobertura al Foro de Negocios, evento donde primó –según sus palabras— un ambiente de mucha tranquilidad y, agregó que se habló de las potencialidades de Cuba para invertir, intervinieron empresarios de ambos países, trabajadores por cuenta propia y otros, se intercambió mucho antes de que hablara Obama y se insistió en que el bloqueo impide establecer nexos comerciales.

“Obama llegó al Foro antes de las cuatro de la tarde, que era la hora prevista, y en ese intervalo antes de hablar, estuvo grabando para el programa de Pánfilo, se armó allí un set para grabar algo más de cinco minutos, la escena era un juego de dominó con Pánfilo, Chequera y Facundo y faltaba uno; entonces ahí entra Obama, y se produce el intercambio con ellos, añade Juan Carlos.

El discurso en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso no fue improvisado ni mucho menos, lo estaba leyendo, tenía varios telepronters, narra Castellón Véliz y precisa: “Fue algo bien estudiado, que tuvo, entre otros matices, el trasfondo de olvidar la historia con lo nocivo que eso puede resultar; también puedo decirte que en cada lugar hubo un ambiente de respeto, realmente se recibió a Obama con mucha cordialidad”.

El corresponsal de Radio Rebelde comenta que todo fluyó con normalidad y apunta que las condiciones en la sala de prensa fueron muy buenas. “Había 500 posiciones de transmisión; en la calle el ambiente que se respiraba era recibir a Obama como se habían recibido a otros presidentes y, la gente está a la expectativa de qué pudiera pasar a partir de ahora, si la visita beneficia, si va acelerar alguna mejoría, algún vínculo comercial.

En lo personal —expone— creo que él vino a ponernos la zanahoria delante, todo el tiempo su posición fue lograr empatía, dar esa imagen de un tipo simpático, coloquial, se preparó para ganarse al pueblo de Cuba y, al final, el mensaje era que el pueblo tiene que hacer los cambios, algo así como que lo que no pudo lograr Estados Unidos en más de 50 años, tiene que buscarlo por esta vía”.

Desde su palco de prensa, detrás de la malla en el Latino, Elsa Ramos nos detalla la antesala que tuvo el partido de béisbol: “Como espectáculo fue bonito porque el público desde antes de comenzar el juego mostraba ánimo; empezaron a intercambiar con los peloteros y ellos, a su vez, con los aficionados, les tiraban pelotas y camisetas”.

La prensa extranjera estaba también impresionada, señala la colega y lo ilustra con un ejemplo: “Intercambié con la periodista americana Berta Peña, de un medio de Washington, y a ella le llamaba la atención que en el estadio no había la sensación de que la gente mostrara preocupación porque la estuvieran vigilando, era lógica la vigilancia, pero había soltura y en las gradas las personas disfrutaban ese momento”.

La llegada de Obama y Raúl al Latino desató aplausos; la gente estuvo de pie como 10 minutos, los saludaron con respeto; cuando el Presidente norteamericano se marchó, otra vez el público se puso de pie y lo aplaudió”, relata Elsa.

También la periodista espirituana tomó el pulso a La Habana de esos días y, según narra, las personas estaban viviendo su vida normal, unos hablando de la propina que dejó Obama en la paladar San Cristóbal, otros sacando la cuenta de que el mayor beneficiado con la reparación del estadio será el equipo Industriales y, hasta un botero de almendrón proclamaba el deseo de que terminara la visita para volver a llenar su máquina.

“Como cubana la visita me dejó buen sabor, pero me preocupa que mucha gente se durmió con las palabras de Obama; más allá de la cortesía de ese presidente bondadoso, que dijo cosas positivas, tenemos que saber despertar de ese embelesamiento, deslindar cada mensaje y ubicar la visita en su real sentido. Lo otro es que cada quien se ha formado su propia opinión y para la nación eso es bueno; desde mi perspectiva Cuba se fortaleció ideológicamente, porque vimos en vivo cuáles son las verdaderas intenciones”.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

3 comentarios

  1. alfredo cañete rodriguez

    La historia nunca se podrá olvidar,aunque los tiempos sean otros, o a caso a OBAMA se le olvidó que los pueblos que no recuerdan la historia perecen en la contienda,recuerden el caso de la antigua URRSS, QUE TIRARON AL TRASTE TANTA HISTORIA Y MIREN COMO TERMINARON,estoy seguro y convencido que en la mente de nuestros máximos dirigentes está mejorar la calidad de vida de su pueblo pero nunca de olvidar la linda historia de nuestra revolución y mucho menos la cantidad de vidas perdidas a causa de las acciones terrorista de los EEUU contra CUBA.

  2. Por favor pudieran explicar cuales son las verdaderas intenciones de Obama. Así se puede aclarar a todo el pueblo, el cual no creo que se deje embobecer con la zanahoria.

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