El presidente de la Asamblea General de la ONU, Mogens Lykketoft, condenó la masacre ocurrida en Niza, donde un camión atropelló una multitud que celebraba la fiesta nacional
En una nota de prensa, el diplomático calificó lo ocurrido de una carnicería de civiles inocentes, con cifras que según las autoridades francesas ascienden a más de 70 muertos y decenas de heridos.
Se trata de un nuevo ejemplo del desprecio total por la humanidad que sienten los terroristas, dijo.
De acuerdo con Lykketoft, este y otros ataques terroristas de las últimas semanas, como los cometidos en Turquía, Bangladesh, Siria e Iraq, ratifican la necesidad de fortalecer la cooperación internacional en la lucha contra el flagelo.
El presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas fatales y los deseos de pronta recuperación a los lesionados en la acción violenta, hasta ahora no reivindicada por organización alguna.
Decenas de miles de personas, incluyendo extranjeros, participaban en las actividades por un nuevo aniversario de la toma de la Bastilla, que marcó el comienzo de la Revolución Francesa el 14 de julio de 1789, cuando el chofer condujo el camión por unos dos kilómetros contra la concurrencia en el Boulevard des Anglais, donde se alistaba para un espectáculo de fuegos artificiales.
Escena dantesca
Restos humanos, miembros mutilados y un río de sangre dejó a su paso el camión que atropelló a una multitud en una carrera que sembró muerte y desolación a lo largo de dos kilómetros en Niza en la noche de este jueves.
La dantesca escena fue relatada por testigos que lograron escapar a la masacre y vivieron momentos de pánico en el “peor ataque jamás perpetrado en la historia de esta ciudad”, según lo definieron las autoridades locales.
Un apocalipsis que tuvo como escenario la costanera central de Niza (la célebre “Promenade des Anglais”) y estalló a las 22.30 locales, cuando un camión de 15 metros de largo embistió a todo lo que se cruzaba a su paso a una velocidad de 80 kilómetros por hora.
El vehículo atropelló a la multitud reunida para conmemorar con fuegos artificiales un nuevo aniversario de la toma de la Bastilla, fecha que se la Fiesta Nacional de Francia, mientras avanzaba en zig-zag para impactar así a la mayor cantidad de gente posible.
Desde el interior del vehículo, además, se efectuaron disparos, lo cual permite avanzar sobre la hipótesis de un atentado, especialmente luego de confirmarse que la investigación fue confiada a la fiscalía antiterrorista.
“Sentí el roce de la muerte”, comentó un testigo en diálogo con “Express” aún en estado de shock. “Vi gente triturada, cabezas ensangrentadas y miembros arrancados”, completó en su relato.
“En menos de 30 segundos, decenas de personas desbordaron el local. Se habían salvado por un suspiro”, relató Thomas Russo, dueño de un restaurante italiano.
Un local ubicado a metros de la heladería “Pinocho”, donde trabaja Antonino, quien confirmó: “Ví gente ingresando en masa, gritando y pidiendo ayuda. Afuera llegué a ver al menos cuatro cadáveres, que después fueron cubiertos por los bomberos”.
En diálogo con ANSA, Antonino afirmó que la escena era indescriptible, con gente herida y una mujer que sufrió una crisis de epilepsia dentro de su local, frente al cual “aterrizaron dos helicópteros de la polícia”.
El camión de la muerte “pasó a pocos metros de mí y no llegué siquiera a reaccionar. En ese momento, vi cuerpos volando por el aire como si fuesen bolos arrojados con violencia por una fuerza gigantesca”, afirmó otro testigo.
Presa del pánico, la multitud se dispersó en estampida buscando ponerse a salvo.
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