Un prerrequisito fundamental es el respeto al derecho internacional, precisó la embajadora.
De acuerdo con Rodríguez, no podrá hablarse de cultura de paz mientras la humanidad siga amenazada por las armas nucleares y persistan las profundas fisuras que dividen a ricos y pobres, y a países desarrollados y en desarrollo.
Expresamos preocupación por este escenario, y llamamos a la eliminación del peligro de la guerra, en particular la nuclear, la renuncia al uso o la amenaza del empleo de la fuerza y la solución pacífica de las controversias, en sintonía con la Carta de la ONU, subrayó la diplomática.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.