La bandera “equivocada”

  “Me dieron la de Cuba, pero estaba buscando la de España como un loco (…), la frase de Orlando Ortega que convirtió las redes en un avispero. Según Aristóteles, hay tres tipos de argumentos: ligado al logos, ligado al ethos y ligado al pathos. El primero se ciñe al

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Ortega: Estoy muy orgulloso de haber puesto el nombre de España bien alto.

 

“Me dieron la de Cuba, pero estaba buscando la de España como un loco (…), la frase de Orlando Ortega que convirtió las redes en un avispero.

Según Aristóteles, hay tres tipos de argumentos: ligado al logos, ligado al ethos y ligado al pathos. El primero se ciñe al tema del mensaje; el segundo, a cuestiones éticas y morales, y, el tercero, a determinadas pasiones. Por lo común, los argumentos ligados al pathos (cuyo significado es dolor) no pretenden llegar a verdades algunas, sino a manipular ideas mediante la incitación de emociones primarias.

La historia recoge numerosos casos donde este último tipo de argumento fue utilizado para transmitir sentimientos de rechazo contra una persona o grupo de personas. Fue empleado por los colonialistas españoles para justificar la masacre de pueblos originarios en América; por Hitler para legitimar el asesinato de millones de judíos en Europa; por el senador McCarthy durante la conocida “cacería de brujas” en Estados Unidos.

El tiempo pasa, cambian las formas, pero no el contenido. Por ejemplo, durante los últimos días hemos visto cómo, en las redes sociales, se azuza el “linchamiento mediático” del periodista cubano Randy Alonso Falcón, director de la publicación digital Cubadebate y del programa televisivo Mesa Redonda.

¿El motivo?, traducir en palabras lo que, con una muy cuestionable actitud, claramente expresó el deportista de origen cubano Orlando Ortega —quien competía por España en los recién finalizados Juegos Olímpicos de Río— tras alcanzar la medalla de plata en el evento de los 110 metros con vallas.

Alguien del público le lanzó a Ortega una bandera cubana, pero este volteó su espalda y la dejó abandonada en el piso. Luego relató a la prensa: “Me dieron la de Cuba, pero estaba buscando la de España como un loco (…). “Estoy muy orgulloso de haber puesto el nombre de España bien alto”.

Su mensaje también sonó bien alto: se estaba excusando porque alguien le dio la bandera “equivocada”, la que “no era suya”. Quería poner el nombre de Cuba por lo bajo. Verum ipsum factum, solía decir Giambattista Vico ante casos semejantes. O sea, los hechos son los que cuentan.

Si Ortega hubiese tomado las dos banderas: la cubana y la española, yo lo hubiera entendido. Más aún, lo hubiera considerado un gesto elegante; pero, al rechazar la nuestra, no estaba protestando contra el Inder ni contra el sistema político cubano; estaba rechazando su cultura, su identidad, su nación.

Randy Alonso lo llamó “excubano” en su programa Mesa Redonda, y entonces en las redes sociales se desató la tormenta. No seamos ingenuos: bien se sabe de dónde parten determinadas “corrientes de opinión”. Vienen de los mismos que reciben millones de dólares para subvertir el orden constitucional en Cuba; dinero que es entregado por la nación que sueña vernos rendidos a sus pies y cuyo presidente hace poco conminó a que olvidáramos nuestra historia.

Así las cosas, empezó el intento de “lapidación mediática”. De pronto lo importante no era que alguien hubiese ofendido un emblema de la Patria y que, con tal acción, insultara a millones de cubanos para quienes la bandera simboliza orgullo por su cultura, su identidad y su historia. Tal detalle fue ocultado de manera alevosa, en tanto el verdadero propósito no era defender sentimientos de cubanidad, sino utilizar lo dicho por Randy para manipular pasiones entre los cubanos residentes en el exterior.

Mediante determinadas argucias propias de la desinformación, pretendían mostrarlo no como el periodista que ejerce su libre derecho a opinar, sino como una personificación del Consejo de Estado y la Asamblea Nacional, que prácticamente daba orientaciones a la Dirección Nacional de Inmigración y Extranjería. Pero no la orden de despojar de su nacionalidad a una persona en particular, sino a todos los ciudadanos cubanos residentes en el exterior. La intención era clara: lesionar determinados vínculos afectivos de los emigrados con su nación de origen.

Pero en las redes sociales también hay personas que no se prestan a manipulaciones y suelen colocar en un altar la verdad y la justicia. Tomados en falta, algunos de estos “neolinchadores” de pronto titubearon, y sus argumentos comenzaron a sonar ridículos.

Yo me acordaba de una frase acuñada dos siglos atrás por el pintor español Francisco de Goya: “Los sueños de la razón producen monstruos”. Atrapados en una lógica perversa, ni siquiera se daban cuenta de que, contradictoriamente, habían empezado a defender los valores de la Revolución.

Puestos a la defensiva, a uno se le ocurrió justificar la actitud de Ortega con el argumento de que la bandera, el himno y demás símbolos patrios hubieran identificado al deportista con el proceso político cubano. Luego, tras esa misma idea, llegaron otros.

¡Qué cosa…! Pero todavía faltaba lo más grotesco. Por ese mismo despeñadero, hubo quien empezó a esgrimir que la bandera era una simple “telita”, “un trapo coloreado”, “un instrumento de dominación”. O sea, la negación total de Maceo y Martí, detestable pretensión de prostituir su propia historia, los fundamentos sensibles de la nación.

Dejo al lector las múltiples valoraciones que se desprenden del caso. Solo acotaré una última paradoja: ¿Cómo alguien puede vociferar ofendido ante el término empleado por Randy, y al mismo tiempo callar impasible ante el ultraje de lo que dice defender? ¡Cosas veredes, Sancho!, diría Cervantes.

Antonio Rodríguez Salvador

Texto de Antonio Rodríguez Salvador
Narrador, poeta y ensayista espirituano. Autor de la novela Rolandos. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Columnista habitual en varios medios del país.

72 comentarios

  1. Lo que veo como una hipocresía realmente es que hayan tantos cubanos con ciudadanía española y el Estado se haga de la vista gorda estando prohibido por la Constitución tener doble ciudadanía porque conviene esto por las remesas y la entrada de divisas al país y critiquen a este deportista que es verdad que faltó el respeto a su bandera, pero no es el único cambiacasacas de esta historia. La actitud de Randy, como vocero de nuestro sistema político que es al ser moderador de un espacio como la Mesa redonda, es cuando menos despectiva, discriminatoria y ofensiva con los miles de cubanos que ya son, por suerte y desgracia, cubañolitos del siglo XXI.

  2. De verdad de manera personal veo muy mal la actitud del atleta de despreciar su bandera, pero peor aún la actitud de Randy de andar utilizando palabras hirientes, porque al decir «ex-cubano» ofendió a muchos de sus hermanos que están en otras tierras, por un motivo u otro. Qué creo de la actitud de Randy? En primer lugar muy errada a nivel profesional en un momento que se llama a un nuevo periodismo, en un momento histórico que amerita tolerancia, respeto, y no rigidez y fórmulas viejas como las propuestas por el moderador de la Mesa redonda. En cuanto congreso o reunión que se hace sobre comunicación y periodismo se habla de un «nuevo periodismo», que se están dando pasos… Cuáles pasos y hacia dónde? Inauguran un nuevo canal que supuestamente renovará su lenguaje u sus prácticas, y es más de lo mismo… Tenemos jóvenes como Cristina Escobar, Oliver Zamora Oria, Wilmer Rodríguez que siguen haciendo el mismo periodismo que se hacía hace décadas… Y los que más polémicos son, los más atrevidos y sin pelos en la lengua casi nunca alcanzan ese grado de visibilidad. Creo que no podemos dejar que alguien se pare en un espacio como la Mesa redonda, que representa los valores de la Revolución y utilice lenguaje discriminatorio, y francamente violento hacia otra persona pues nos pone al nivel de esas televisoras de Miami que tanto ellos mismos critican.

  3. Me disculpo si mi opinión llega un poco tarde…pero hoy, buscando un artículo k me auxiliara a la hora de escribir sobre cuán orgullosa me siento de mi patria, sus símbolos, atributos, héroes y mártires, algo k me ayudara a expresar este volcán d ideas para una gala en la k tuve la dicha de participar, celebrando en 58 aniversario de la revolución, encontré un reportaje titulado «La bandera “equivocada”» y me llamó la atención el titular, pues no comprendí como podría ser “equivocada” una bandera….ayyyyyy….k tristeza sentí al leer lo sucedido, pero sobre todo, k decepción al ver algunos d los comentarios…
    Las «ideas políticas» (y lo k ellas encierran) son personales, y aunk muchas veces no las comparta, las acepto y respeto cuando se expresan decentemente y con base veraz, pero es indigno lo que los hechos y algunas de sus respuestas exponen akí…Renegar d tus raíces, es como renegar d tu padre o madre…y cuando desprecias tu bandera, no es un gesto hacia un trozo de tela con colores, no es estar d acuerdo o desacuerdo con un gobierno, ni tan si kiera es jurar lealtad hacia otra…ADEMÁS de la tuya…es renegar de donde viniste, tu historia y la d tus antepasado, la tierra k pisaste, t acunó y alimentó, el cielo k t cobijó…tus amigos, tu cultura, la iglesia, altar, toke de tambor, ceremonia religiosa en la k participaste, en la k creíste…la educación o INSTRUCCIÓN k te legaron tus maestros, el medicamento k tomaste cuando estabas enfermo, el papalote k volaste, la casa d muñecas k hiciste bajo los árboles, el río o playa donde aprendiste a nadar….es renegar d ti…d lo k viviste, d lo k tu familia vivió…Despreciar tu bandera, es despreciar a todo akel k ama esta tierra y por eso me indigno, me molesto, más k eso me enfurezco con ese hombre k fue capaz d olvidar d donde veía por buscar otro símbolo k no le ha dado nada k no sea material….Maceo, Martí…cuantos mambises luchando contra la colonización española, kreando una bandera para identificarnos como una patria libre, dando su sangre por ella….y k uno k gracias a lo k su patria le dio (pork no se hizo deportista en España) venga ahora a tratarla así….
    Que conste, no tengo nada, absolutamente nada, contra España, ni tan si kiera contra los americanos…La historia, es recuerdos k se cuentan para mostrarnos en camino k recorrimos, aprender de sus errores y victorias, y la hacen los hombre k luchan por sus ideales con orgullo…tengo familiares en ambos países, y los amooooo…Creo k España es una tierra preciosaaaaaa, me encanta su música, sus bailes, su arquitectura, de hecho me encantaría visitarla alguna vez, y Estados Unidos? igual, muchos d mis familiares se fueron a sus tierras buscando mejoras económicas, conozco a nativos norteamericanos e incluso tenemos buena amistad y cuenta también con lugares precios k me encantaría visitar…pero eso no cambia el hecho d k esta es mi patria, y k donde kiera k me pare, donde viva, ya sea akí o en los Polos, levanto mi frente cuando me preguntan…D dónde eres??? Y respondo: Yo, Soy CUBANA!!!
    Así k, aunk a muchos le molestara la respuesta de Randy…creo k fue bastante…“medido” cuando desde su posición de periodista, pero con la cubanía herida, solo le dijo “excubano”…

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