Península de Ancón en proyecto nacional de recuperación de playas

La trinitaria península Ancón, en el sur espirituano, figura entre los sitios que se beneficiarán con la realización de estudios y proyectos ejecutivos en materia de recuperación de playas cubanas

De acuerdo con el anuncio realizado por la Empresa Inversiones GAMMA S.A., esas labores, a ejecutarse en el período 2016-2021 registra avances en su ejecución.
En correspondencia con la demanda sobre el particular de las instituciones turísticas, están jerarquizadas las que se encuentran en explotación y las proyectadas para nuevas inversiones de infraestructura.
Ernesto Tristá Barrera, director de la División de Ingeniería Costera, de Inversiones GAMMA S.A., informó también a la ACN que esas últimas radican en los principales polos turísticos del país.
Varadero (Matanzas), Playas del Este (La Habana), Villa Clara, Jardines del Rey (Camagüey), Las Tunas, Holguín, Cayo Largo (Isla de la Juventud) y la península Ancón (Sancti Spíritus), figuran en la lista.
De esta forma se espera que con la mejora de la calidad de las playas y el incremento de su capacidad de acogida de visitantes, se eleve el nivel de  comercialización que, por sus atractivos, es el que más se promociona y vende, añadió el directivo.
Por esa razón, GAMMA S.A. perfecciona las metodologías para obtener información de campo más rigurosa y eficiente, y contribuir a perfilar soluciones de mayor efectividad, especificó Tristá Barrera.
De acuerdo con la fuente, el objetivo consiste en lograr una mayor estabilidad de los balnearios en su parte sumergida en las áreas de baño y de exposición solar, respectivamente, mediante la alimentación artificial de arena.
La entidad ha demostrado su capacidad de integrar todo el proceso, desde la realización de los estudios correspondientes, las cuencas de arena marina y los proyectos de recuperación hasta los vertimientos del grano, incluida la supervisión técnica de las obras.
Con más de seis mi kilómetros de costas, el archipiélago cubano posee 430 playas arenosas, pero una parte de ellas muestra indicios de erosión, un fenómeno global que daña a la mayoría de los balnearios del orbe.
En consecuencia, la línea de costa retrocede a un ritmo de uno a dos metros por año, lo que puede provocar la pérdida de superficies útiles para la recreación y daños a la actividad turística, si no se aplican acciones legales e ingenieras en aras de su control.