Sin chovinismo de ninguna clase, el nombre de Cuba está sonando cada vez más en el mundo asociado a obras benéficas en los terrenos de la salud, la educación, la cultura y la lucha contra desastres; entre otros terrenos, como acaba de ocurrir en Ecuador, donde el presidente Rafael Correa nombró a nuestra patria campeona de la solidaridad, a propósito de la rápida respuesta al terremoto sufrido en su país.
En lo que va de siglo los cubanos han estado presentes en prácticamente todas las zonas de catástrofes del mundo en desarrollo, como Pakistán, Timor Leste, Haití, Nepal y otros puntos castigados por cataclismos naturales, figurando siempre entre los primeros en llegar con ayuda oportuna.
Cuando el sismo que devastó la capital haitiana en enero del 2010, ya estaban en la isla vecina centenares de médicos y paramédicos cubanos, que se incorporaron de inmediato a las labores de atención a miles de heridos y mutilados, mientras llegaban otros cientos de galenos y rescatistas con medicamentos y equipos para sumarse a la nobilísima misión de salvar vidas y atenuar el dolor del prójimo.
Ahora ha sido Ecuador la nación tocada por la desgracia y su presidente subrayó la “infinita gratitud” hacia Cuba, por su rápida respuesta, pues a los 742 colaboradores cubanos de la salud presentes en ese país del centro del mundo, se agregó un contingente de la Brigada internacionalista Henry Reeve, compuesta por personal especializado en atención a víctimas de grandes desastres y tratamiento y prevención de epidemias.
No podían faltar las sentidas palabras de pésame que pronunció Correa por el fallecimiento de tres médicos cubanos a resultas del derrumbe del edificio en que residían en la localidad de Pedernales, provincia de Manabí, una de las más afectadas por el siniestro.
Según Prensa Latina, el mandatario expresó: “Ha sido una tragedia. Mi solidaridad hacia su familia y al pueblo cubano”, y recordó que los tres fallecieron haciendo su trabajo “totalmente entregados por la salud de sus hermanos latinoamericanos”.
Los doctores Bárbara Caridad Cruz Ruiz, Leonardo Ortiz Estrada y Eric Omar Pérez de Alejo Quesada, son mártires que se añaden a los colaboradores caídos en otras partes del planeta, víctimas de accidentes, desastres o enfermedades, mientras se dedicaban en cuerpo y alma a su labor caritativa.
El economista presidente apuntó en sus palabras que Ecuador cuenta con la solidaridad de Cuba y Cuba puede contar con la de Ecuador, lo que ha sido demostrado con creces en los hechos, pues por la patria de Eloy Alfaro han desfilado cientos de galenos y educadores cubanos, los que desempeñaron allí un papel trascendente en la eliminación del analfabetismo y los padecimientos visuales, entre otros.
Entretanto, Santiago de Cuba, fuertemente golpeada por el huracán Sandy en octubre del 2012, conoció de la presteza de los hermanos ecuatorianos que acudieron en su ayuda por mandato de su gobierno, y un contingente militar asumió en el terreno la edificación de viviendas para los damnificados.
Estos son ejemplos de asociaciones verdaderas para el desarrollo, como las que sostienen Ecuador y Cuba, junto a Venezuela, Bolivia, Nicaragua y varias islas estados del Caribe, en el seno de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América—Tratado de Comercio de los Pueblos, —ALBA-TCP— surgida en diciembre del 2004 por iniciativa de los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías.
Ecuador y su gobierno del Partido Alianza País no han estado cruzados de brazos en estos tiempos de vacas flacas —por los bajos precios internacionales del petróleo y las materias primas—, sino que han aprovechado todas las oportunidades posibles para impulsar su proyecto económico y social, entre las cuales figuran la edificación de 10 hospitales y 50 policlínicos, la difusión de la medicina preventiva y de la cobertura sanitaria, lo que ha sido reconocido por la Organización Panamericana de la Salud.
Y en todos esos esfuerzos y allí donde los ecuatorianos lo necesiten, estará la mano solidaria de la Perla antillana para llevar juntos adelante los proyectos de cooperación e integración concebidos por Simón Bolívar y José Martí.
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