Miguel Díaz-Canel concluyó este tres de junio una visita oficial a Japón, durante la cual abogó por dinamizar las relaciones y la cooperación bilaterales
A lo largo de su estancia de cuatro días en la denominada Tierra del Sol Naciente, Díaz-Canel cumplió una intensa agenda que incluyó encuentros con altos líderes del gobierno y el parlamento nipones, así como con representantes de importantes empresas nacionales con el fin de aumentar la colaboración en las esferas política, comercial y económica.
El dirigente cubano abogó porque Tokio desempeñe un rol importante con su participación en el desarrollo económico social del país caribeño y resaltó los tradicionales lazos diplomáticos que unen a ambos territorios desde 1929.
Japón fue el segundo socio comercial de Cuba en la década de los 70 y 80 del pasado siglo, dijo, mientras comentó el prestigio del que goza el empresariado nipón en la nación caribeña por su calidad y eficiencia.
Hemos estado haciendo un grupo de transformaciones que permiten revitalizar nuestra economía, se ha abierto un espacio al sector no estatal como complemento de la economía, se le han dado facultades al sistema empresarial cubano para fortalecer su eficiencia, expresó a Prensa Latina.
Añadió que, además, se aprobó una ley de inversión extranjera que da garantías al negociante y explicó sobre la creación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, políticas cuyas aplicaciones han comenzado a dar resultados.
Queremos crecer en las inversiones más de un 20 por ciento, expresó.
Acompañado del viceministro de Relaciones Exteriores Rogelio Sierra y el embajador de Cuba en esta nación, Marcos Rodríguez, el primer vicepresidente consideró que los nuevos escenarios han permitido el progreso de las relaciones entre Tokio y La Habana y urgió aprovechar esa vitalidad para aumentar la cooperación comercial.
Díaz-Canel dialogó en Tokio con el viceprimer ministro nipón y titular de Finanzas, Taro Aso; el primer ministro, Shinzo Abe; y el canciller, Fumio Kishida, en ocasiones separadas, con quienes revisó el estados de los nexos bilaterales.
De igual modo conversó con los presidentes de las dos cámaras del parlamento, Oshima Tadamori y Masaaki Yamazaki, respectivamente, y coincidieron en la importancia de aumentar los encuentros entre legisladores de ambos países.
El dirigente cubano sostuvo varias reuniones con Keiji Furuya, presidente de la Liga Parlamentaria de Amistad Japón-Cuba, y ambos repasaron el progreso de las relaciones bilaterales principalmente en los últimos dos años.
El congresista japonés recordó su estancia en La Habana en 2014, cuando con una delegación de más de 230 miembros realizó diversos encuentros en la nación caribeña y participó en el acto conmemorativo por el aniversario 400 de la llegada a Cuba del primer samurai nipón, Hasekura Tsunenaga.
Díaz Canel viajó también a la histórica ciudad de Hiroshima y allí calificó el bombardeo atómico ejecutado por Estados Unidos a esa urbe como un hecho criminal, innecesario y moralmente injustificable.
Durante un recorrido por el Museo de la Bomba Atómica consideró que ese acontecimiento es una parte de la historia que la Humanidad nunca debe olvidar y expresó la firme determinación del gobierno cubano de seguir luchando por la paz y por lograr un mundo sin armas nucleares.
Al completar el periplo por el centro histórico, Díaz-Canel rubricó un libro de condolencias y ratificó la frase escrita en el mismo texto por el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, en 2013 cuando abogó porque \»jamás vuelva a ocurrir semejante barbarie\».
Esta jornada conoció y recorrió la Sky Tree, la torre más alta del mundo, con 634 metros y utilizada para la televisión y la radiodifusión, además de contar con elementos de última generación para protegerse de los sismos.
El primer vicepresidente cumplió una visita oficial en Japón desde 31 de mayo hasta este viernes y regresa mañana a La Habana tras consumar una amplia agenda.
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