El equipo de la disciplina en Trinidad escala peldaños de triunfos, pese al déficit de recursos para los entrenamientos
Apenas levantan una cuarta del piso y ya se imaginan en el podio de los Juegos Olímpicos con preseas doradas en el cuello. “Es que nos esforzamos mucho. Yo hice en salto de 13.55 en La Habana”. “Mi hermano y yo echamos competencia para ver quién aguanta más tiempo en la parada de manos”. “Lo más difícil es hacer las tareas después de entrenar”, comentan los gemelos Fabio Gabriel y Diago Javier Díaz González (seis años), junto a Maura Yoxa (siete años) e Iván Borrell Balmaceda (siete años) sin dejar pausas entre las declaraciones; todos estudiantes de la escuela primaria Marcelo Salado. Hoy, dicen, se sienten famosos.
En compañía de Maura Valera Miranda (siete años) —única miembro del equipo de la escuela primara Pepito Tey— y Liliannis Santander Escobar (ocho años) llegan con su uniforme de gala “el que nos hizo la costurera de Sancti Spíritus”, dispuestos a demostrar cuánto han aprendido desde que empezaron a convertirse en atletas.
Ajenos a precariedades para entrenar, a las mil y una estrategias aplicadas por sus profes para mantenerlos en forma, a la planificación familiar para equilibrar deporte y estudio, estos prospectos trinitarios añoran la campana de las 4:20 p.m. para estar más cerca del pedestal de los triunfadores.
TIERRA DE GANADORES
Que Trinidad sea capaz de parir deportistas de probada valía no resulta noticia. Mas, que la gimnasia ostente prestigio por más de una década en estos lares constituye un logro a veces desconocido. Lo cierto es que la localidad figura entre las que más ingresos aportan a la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (Eide) Lino Salabarría de la cabecera provincial y centros nacionales.
Según precisó a Escambray Yaidel Ávila Gómez, metodólogo del Departamento de Alto Rendimiento en Sancti Spíritus, el título de mejor atleta juvenil del 2015 en la Escuela Nacional recayó en José Carlos Escandón, natural de la tercera villa. Las alegrías también abarcan la docencia, pues actualmente otra estudiante, Yaiquelín Esponda, se forma en la Escuela de Profesores de Educación Física como entrenadora a la vez de estar declarada jueza nacional.
Ahora, estos deportistas en ciernes enriquecen los logros, de manera especial Liliannis Santander Escobar, ganadora de cuatro medallas en el reciente Campeonato Nacional Pioneril de Gimnasia: oro en barras asimétricas, bronce en caballo de salto y dos de plata como máxima acumuladora en los parámetros técnicos y físicos; méritos que garantizan su futuro ingreso a la escuela provincial el venidero curso escolar, al decir de Ávila Gómez.
MÁS ÍMPETU QUE CONDICIONES
De vez en cuando Maricel Medina Nadals y Annia Odelín Torres León, licenciadas en Cultura Física y entrenadoras de ambos equipos, quieren tirar la toalla. “No tenemos ni un colchón. Para lograr los resultados en este curso tuvimos que concentrarnos durante cinco fines de semana en Sancti Spíritus después de la competencia. La preparación fue maratónica —explica Maricel—. En ese tiempo tuvieron que aprender a trabajar en aparatos que nunca habían tocado. No logramos todo, pero avanzamos bastante. Así lo reconoció Grisel Martínez, al frente de la Comisión Técnica, en La Habana”.
Por su parte, Annia detalla ciertos ardides para desarrollar el trabajo con los varones, tales como convertir el esqueleto de una mesa de aula en barras paralelas, retocar la maltrecha espaldera y tratar de devolver el uso a aparatos oxidados, cooperación de los padres mediante. “Nos informaron que nos facilitarían unos colchones. Ello garantizaría mayor calidad en los entrenamientos sin poner en peligro la vida de los atletas”, alude.
Al respecto, Yaidel Ávila informó que, según el subdirector de Actividades deportivas de la provincia, se le donaron tres colchones de la Eide al territorio sureño para potenciar la disciplina. La noticia, contradictoriamente, no ha llegado a oídos de las entrenadoras, quienes confirman la ausencia de dichos implementos en local del estadio donde cada tarde los pequeños pulen sus aptitudes.
ROMPIENDO ESTIGMAS
Cuando la entrenadora le comentó a Yaima Balmaceda Fleites que su hijo Iván tenía aptitudes para el deporte, la gimnasia no fue, en lo absoluto, lo primero en que pensó. “Me costó trabajo —admite—. Con el papá del niño también tuve problemas. Que si eso es de hembras, que si mira a ver qué va a hacer el niño… Ahora mi esposo es el primero que insiste para que Iván salga adelante, pero hay a quien le queda su pelito de desconfianza”.
De modo que los muros del estigma han sido obstáculos a sortear en el camino. “Lo mío fue por partida doble porque los dos quisieron estar en esto —refiere Yaquelín González Izarra, madre de los jimaguas—. A veces los mismos muchachos estaban cansados y no querían ir al estadio porque sus compañeros de aula les decían que, mientras ellos están en el deporte, el resto jugaba en el barrio y cosas así”.
La maestra Annia también enfrentó la resistencia. “Es complicado ser entrenadora del masculino. Algunos padres tergiversaron las cosas, creían que el niño podía desarrollar rasgos de amaneramiento. Tuvimos que buscar a un entrenador que asumiera la responsabilidad conmigo. Él tuvo problemas familiares, me quedé sola, pero poco a poco se han ido venciendo los miedos”.
Semejantes conjeturas, sin embargo, se desmoronan cuando esa especie de batallón se despliega en el piso, presumiendo de su elasticidad, arrancando aplausos de los curiosos, manteniendo la pose para la cámara y diciendo con desparpajo: “¡A que tú no sabes hacer esto!”.
Y donde está ahora Jose Escandon, imagino que en el equipo nacional pero nadie habla de él.
Orgullo para los trinitarios contar con esta buena relación alumno – padres – escuela y por su puesto con estas dos grandes docentes del deporte (cuando les llegará un buen estímulo) que van teniendo resultados años tras años. ¡¡Felicidades, muchas felicidades a Maricel y Annia ¡¡ Daniel.