En su discurso Rafael Correa expresó «Pueblos de Nuestra América y del mundo: Fidel ha muerto. Murió invicto. Solo el inexorable paso de los años lo pudo derrotar. Murió el mismo día en que 60 años antes, con 82 patriotas partió de México para hacer historia.»
«Pueblos de Nuestra América y del mundo: Fidel ha muerto. Murió invicto. Solo el inexorable paso de los años lo pudo derrotar. Murió el mismo día en que 60 años antes, con 82 patriotas partió de México para hacer historia. Murió haciendo honor a su nombre. Fidel, digno de fe. La fe que puso en él su pueblo y toda la Patria grande. La que nunca fue decepcionada, menos aún traicionada», expresó el presidente de Ecuador, Rafael Correa Delgado, en las palabras de tributo al líder histórico de la Revolución Cubana, durante el acto de homenaje celebrado este martes en la Plaza de la Revolución.
«Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos. Fidel seguirá viviendo en los rostros de los niños que van a la escuela, de los enfermos que salvan sus vidas, de los obreros dueños del fruto de su trabajo. Su lucha continúa en el esfuerzo de cada joven idealista empeñado en cambiar el mundo», subrayó el mandatario.
«En el continente más desigual del planeta, nos dejaste el único país con cero desnutrición infantil, con la esperanza de vida más alta, con una escolarización del 100 %, sin ningún niño viviendo en la calle», dijo.
Para Correa, evaluar el éxito o fracaso del modelo económico cubano haciendo abstracción de un bloqueo criminal de más de 50 años, es pura hipocresía. «Cualquier país capitalista de América Latina colapsaría a los pocos meses de un bloqueo similar». «Probablemente por tu formación jesuita, entendiste muy bien, como decía San Ignacio Loyola, que en una fortaleza sitiada, cualquier disidencia es traición. Para evaluar su sistema político hay que entender que Cuba ha vivido una guerra permanente. Desde el inicio de la Revolución, existe una Cuba del norte allá en Miami acechando permanentemente la Cuba del sur: la libre, la digna, la soberana, la mayoritaria, en la tierra madre, no en tierras extrañas», señaló en su discurso el presidente ecuatoriano.
«No han invadido Cuba porque saben que no lograrán vencer a todo un pueblo. Aquí en esta isla maravillosa se han construido murallas, pero no de la que construyen los imperios, sino murallas de dignidad, de respeto, de solidaridad…Cuba saldrá adelante por sus principios revolucionarios, por su extraordinario talento humano, pero también porque la resistencia está integrada a su cultura. Con el ejemplo de Fidel jamás el pueblo cubano permitirá que su país vuelva a ser colonia de ningún imperio», refirió.
Correa destacó que no hay ser humano ni acción trascendente que no tenga detractores. «Y Fidel y su Revolución trascendieron en el espacio y trascenderán en el tiempo. Contigo se cumple lo que nuestro viejo luchador, el general Eloy Alfaro, amigo de Martí solía decir: “Si en lugar de afrontar el peligro hubiera yo cometido la vileza de pasarme al enemigo, habríamos tenido paz, mucha paz: la paz del coloniaje”. Cuba fue solidaria con la revolución liberal alfarista de finales del siglo XIX, y ha sido solidaria con nuestra revolución ciudadana del siglo XXI. ¡Gracias Fidel, gracias al pueblo cubano!», agradeció el mandatario.
Refiriéndose a Fidel, expresó que «la mayoría te amó con pasión, una minoría te odió, pero nadie pudo ignorarte. Algunos luchadores en su vejez son aceptados hasta por sus más recalcitrantes detractores, porque dejan de ser peligrosos. Pero tú ni siquiera tuviste esa tregua, porque hasta el final tu palabra clara y tu mente lúcida, no dejaron principio sin defender, verdades sin decir, crimen sin denunciar».
«Bertolt Brecht decía que solo los hombres que luchan toda la vida son imprescindibles. Conocí a Fidel y sé que nunca buscó ser imprescindible, pero sí que luchó toda la vida. Nació, vivió y murió con la necedad de lo que hoy resulta necio, la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio», dijo parafraseando los versos del trovador Silvio Rodríguez.
«Nosotros seguiremos jugando a lo perdido, y tú seguirás vibrando en la montaña, como un rubí, cinco franjas y una estrella».
Correa precisó que nuevas tormentas enfrenta nuestra época, «quizá más fuertes que aquellas que desafiaste durante 70 años de lucha, primero en el Moncada, luego como guerrillero en la Sierra Maestra y finalmente al frente de una revolución triunfante. ¡Hoy, más unidos que nunca pueblos de nuestra América!», convocó el presidente Correa.
«Querido Fidel, tu honda convicción martiana te llevó a estar siempre, no del lado en que se vive mejor, sino del lado en que está el deber».
El mandatario citó además fragmentos del concepto de Revolución esbozado por el Comandante en Jefe: «Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es desafiar poderosas fuerzas dominantes; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas».
«Contigo, Comandante Fidel Castro Ruz, con Camilo Cienfuegos, con el Che, con Hugo Chávez Frías aprendimos a creer en el hombre nuevo latinoamericano, capaz de librar con organización y conciencia la lucha permanente de las ideas liberadoras para construir un mundo de justicia y de paz».
«Por esas ideas seguiremos luchando. ¡Lo juramos! ¡Hasta la victoria siempre Comandante!», concluyó el mandatario.
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