Autoridades de los países comprometidos con la solución del caso de los cubanos migrantes en Costa Rica acordaron trasladar un segundo grupo el 4 de febrero
La decisión respondió a la coincidencia de opiniones sobre el primer movimiento de este tipo, los días 12 y 13 de enero, vía aérea hasta El Salvador y terrestre por Guatemala y México, con el respaldo de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
Durante la reunión en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, para evaluar la estrategia y acotar detalles con vistas a darle continuidad, representantes de esos cuatro países, de Belice, Honduras, Panamá y Estados Unidos, señalaron que el paso de los caribeños se realizó de forma ordenada.
Los 180 migrantes cubanos beneficiados en el primer traslado tuvieron que asumir el costo de los documentos migratorios exigidos por cada país, pero el pago se hizo de acuerdo a la legislación vigente en los mismos y sin alteraciones, destacaron.
Por ser un plan piloto excepcional, quedan retos a nivel operativo que deben fortalecerse, reconocieron, más convinieron en que están en la mejor disposición de colaborar y mejorar las coordinaciones necesarias para los traslados pendientes.
Al mismo tiempo se comprometieron a mantener bajo vigilancia este procedimiento y concluirlo de acuerdo a la planificación que dispongan los países involucrados, cuyos representantes reafirmaron el compromiso de luchar contra las redes de tráfico ilícito de personas, con el fin de prevenir la migración irregular.
La segunda movilización de los caribeños, en correspondencia con lo pactado, seguirá la misma ruta, tiempos y procedimientos similares a los empleados en el primero.
De igual modo, la selección de quienes viajarán en este segundo grupo responderá a las posibilidades conque cuenten cada uno para costearse el boleto aéreo desde Costa Rica, así como otros pagos eventuales por concepto de trámites migratorios, alimentos, hospedajes y transporte.
El objetivo es completar en el menor tiempo posible la evacuación de cerca de ocho mil cubanos que quedan en los albergues improvisados por el Gobierno costarricense.
Autoridades centroamericanas y cubanas reiteraron en varias ocasiones que toda esta problemática responde al aliento que implica a la migración ilegal la Ley de Ajuste (1966), en virtud de la cual los cubanos son recibidos en Estados Unidos y en un año pueden aplicar para la residencia.
Al mismo tiempo hacen notar el trato diferenciado que el vecino norteño da a la migración desde la isla y reclaman el fin de ese cuerpo jurídico, considerado discriminatorio para los migrantes de otras partes del continente.
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