El mejoramiento de las instalaciones y la atención a los atletas repercute directamente en la estabilidad de la disciplina en Sancti Spíritus
Aunque Yanisel Ramos Cabrera nunca ha lamentado el cambio de la net de voleibol por los botes y el agua, ahora está mucho más convencida de su decisión, no solo por las dos medallas de bronce que ya archiva en Juegos Escolares.
Como su natal Jatibonico no le queda tan cerca para cumplir los rigores del deporte, la regia morena agradece la transformación de su otra casa, que en algunas semanas le ha regalado el mejor rostro posible en los cuatro años que lleva en la Academia Provincial de Remo. “Todo está muy bueno y aquí uno se siente bien”, confiesa y la sonrisa no la deja mentir, aunque acaba de terminar su sesión de pesas del día.
REGENERACIÓN TOTAL
Más de dos décadas después de instaurarse en su sede actual, proveniente de Tuinucú, la Academia Provincial de Remo sufre una segunda mutación: la restauración capital que le devolvió algo más que sus vivos colores.
Situada en las márgenes de la carretera de Sancti Spíritus a Jatibonico, la instalación mejoró de manera sustantiva el confort gracias a la reparación integral de los dormitorios, la regeneración total de la cocina-comedor, la sala de recreación y todo el edificio socioadministrativo, además de mejoras en la iluminación y la ventilación.
A gritos pedía esta remodelación un centro que acoge a 60 atletas desde las categorías de 13 años hasta el social, de los cuales 47 practican el remo y el resto, el canotaje.
“Lo más importante es que se logra una mayor relación trabajo-descanso, mejores condiciones de vida para el alojamiento con cuartos de a 10 atletas cada uno. Hemos convenido con la EIDE y la Escuela de Profesores de Educación Física para adaptar los horarios docentes a nuestras necesidades”, precisa Wenceslao Borroto, otrora destacado remero y hoy director del centro.
“Con esta concentración se puede aprovechar mejor la fuerza técnica, que es joven, pero está en déficit. De seis entrenadores, hoy solo trabajamos con cuatro, los hemos estructurado por las diferentes modalidades. También incentivamos la preparación integral, no solo con los atletas retirados de remo, sino de otros deportes”.
Hasta el gimnasio de pesas llegó el olor y el impacto de lo nuevo para complementar un sano ambiente donde hombres como el entrenador Reinier Rodríguez busca encontrar herederos del propio Borroto, Troadio González, Emeregildo Palacios, Mayra González y Eduardo Rubio, por citar a algunos de quienes tienen el privilegio de participaciones olímpicas y medallas panamericanas y centroamericanas.
“Las comodidades ayudan mucho al descanso: están más cerca de la base de entrenamiento, se pueden aprovechar las tres sesiones, la alimentación es muy buena con unas 4 000 kilocalorías, que equivalen al gasto energético que tienen en la preparación, las condiciones son maravillosas, hay mucha higiene y los atletas están motivados, que es lo fundamental; gracias al trabajo mancomunado de la Comisión logramos captar a los muchachos con 12-13 años, les damos la enseñanza en la escuela y a partir de los 14 años vienen para acá”.
EL POLLO DEL ARROZ
Los aires de remodelación llegaron hasta las márgenes del río Tuinucú, donde radica la base de entrenamiento, beneficiada con la habilitación de baños e instalación de agua potable, aunque faltan detalles para la colocación de luminarias y el servicio eléctrico. Mas, no todo rema con viento a favor.
“Hay que hacer de tripas corazón —comenta George Mario Padrón, entrenador de las mujeres con 15 años en los menesteres del magisterio deportivo—; las embarcaciones son muy viejas, algunas ni admiten reparación, contamos con un carpintero que hace maravillas para mantenerlas, pero necesitaríamos otro, además de los implementos que lleva”.
Y agrega que tal desventaja, unida a los inconvenientes que trae la subordinación del transporte, mutila el entrenamiento y condiciona estrategias a fin de garantizar la preparación.
“Los juveniles, por ejemplo, se tienen que levantar a las cuatro de la mañana para comenzar e ir rotando las restantes categorías; por los horarios en que se puede usar el ómnibus en las tardes hay que restringir la preparación. Podemos estar en un hotel cinco estrellas, pero hay que crear mejores condiciones para remar”.
Desde el alto mando de la escuela, se comparten preocupaciones, similares a los que vive el país: “La Comisión nos ha asignado varios botes —confirma Borroto—, no con la calidad que necesitamos, pues afectamos al social porque las embarcaciones son para pesos de 60-65 kilogramos y ellos superan los 80; se dieron remos largos con fibras de carbón, que nos han permitido tener esa modalidad que no poseíamos, aunque con dificultades. En enero queremos romper sin ningún tipo de problema y cubrir todas las modalidades”.
Permeado de una sólida historia, el remo espirituano pugna por mantenerse en lugares de privilegio a nivel nacional, pese a que ya no son los tiempos en que la matricula total de la provincia superaba los 130.
No obstante el 2016 trajo descensos sustanciales en los Juegos Escolares y Juveniles, esencialmente por los problemas con los botes y el bajo aporte de los atletas nacionales en el caso de los segundos, el pasado año el deporte se ubicó en segundo lugar nacional y, con ocho promociones, mantiene a Sancti Spíritus como la segunda provincia de mayor tributación a los centros nacionales de alto rendimiento.
Si tales saldos emergieron de un centro casi en ruinas, es lícito aspirar a mejores paletadas con el sello de esta otra academia.
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