La impronta extraordinaria e imborrable del Comandante en Jefe Fidel Castro en la vida de trabajadores, campesinos, combatientes, mujeres, artistas e intelectuales, niños y jóvenes, en fin, de todo su pueblo, fue resaltada este tres de diciembre en el acto político en homenaje póstumo al líder histórico de la Revolución Cubana.En una Plaza Antonio Maceo colmada de santiagueros, pobladores de las demás provincias orientales y de Camagüey, y de mandatarios y otras personalidades llegados de diversas latitudes, representantes de las organizaciones de masas, sociales y de la Unión de Jóvenes Comunistas se refirieron a la grandeza humana, política y social del gigante estadista, que hizo suya la causa de los pueblos del Tercer Mundo.
Cientos de miles de santiagueros, pobladores de las demás provincias orientales y de Camagüey, así como mandatarios y otras personalidades de diversas partes del mundo, asistieron a la masiva concentración, celebrada pocas horas después del arribo a esta ciudad de las cenizas del Padre de todos los cubanos, trasladadas desde La Habana en un cortejo fúnebre que rememoró, en su recorrido inverso, a la Caravana de la Libertad.
Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, expresó el apego de la clase obrera a las ideas de este gigante político del siglo XX.
A nombre del movimiento sindical, Guilarte de Nacimiento lamentó la partida física del artífice de la Revolución, el 25 de noviembre último, y manifestó que el cumplimento con eficiencia de los programas vinculados al desarrollo del Socialismo es y será el más digno homenaje a Fidel.
En representación del campesinado, el presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Rafael Santiesteban Pozo, destacó el papel del líder de la Revolución para devolver a ese sector la dignidad pisoteada por tantos años de ultraje y abandono.
Lo calificó como el inspirador del programa de desarrollo agrario luego del triunfo del Primero de Enero de 1959, y que tuvo entre sus principales momentos la entrega de la tierra a los campesinos, la creación del seguro agropecuario y el sueño hecho realidad de llevar hasta los parajes más intrincados la salud, la educación, el deporte y la cultura.
El General de División José Antonio Carrillo Gómez, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, señaló que el Comandante en Jefe “quedará inscrito en nuestra historia como un hijo sagrado de la Patria”.
Subrayó que encarnó el heroísmo de su pueblo, le entregó las cuotas más altas de dignidad y nunca claudicó ante ningún problema; hizo suyas las ideas de Simón Bolívar y José Martí y las materializó en una revolución genuina.
Fidel entró para siempre en nuestras vidas y seguirá estando junto al pueblo, manifestó en la Plaza Antonio Maceo, Carlos Rafael Miranda, miembro del Comité Central del Partido y coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
Miranda rememoró el surgimiento de los CDR, auténtica creación de Fidel, la cual seis meses más tarde apoyaría la desarticulación de los mercenarios cuando la invasión por Playa Girón, y acotó que las oportunas críticas y alertas del eminente político la convirtieron en una fuerza pujante, combativa, solidaria, verdadera representante de la sociedad civil cubana, presente en cada convocatoria, donaciones de sangre, consultas populares y trabajos voluntarios.
En su intervención, Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político del Partido y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, dijo que gracias al triunfo de la Revolución las féminas de la Isla conquistaron su propio destino y su dignificación.
Los extraordinarios méritos de Fidel como genio político e intelectual comprometido con su época y luchador por la paz, fueron destacados en el acto por Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Maestro en la creación de una conciencia nacional, política y cultural, fue el estadista, pero el intelectual no quedó a la zaga y entonces organizó la campaña de alfabetización, creó instituciones que promovieron las artes y las letras, y desde su impronta el libro dejó de ser privilegio para convertirse en artículo de primera necesidad, afirmó.
Fue un incansable luchador por la paz y contra las burdas trapisondas de la demagogia y el populismo. Su ética, acompañada de una dignidad a toda prueba, lo convirtió en un paradigma de los siglos XX y XXI, con un pensamiento y una acción sin precedentes en la historia política del continente latinoamericano.
Las nuevas generaciones jamás dejaremos de ser fieles a su legado ni defraudaremos la confianza que siempre depositó en la juventud, afirmó Susely Morfa González, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, en el homenaje póstumo al Comandante en Jefe Fidel Castro en esta Ciudad Héroe.
En lo adelante, asumimos un compromiso aún mayor con sus ideas y sus concepciones revolucionarias, seremos mejores en el estudio, en el trabajo y en la defensa de la patria, mucho más altruistas, consagrados e intransigentes, sentir que en cada uno de nosotros continúa la obra siempre perfectible de los revolucionarios verdaderos como él, los que encuentran en el cumplimiento del deber la mayor satisfacción.
Nuestro querido Fidel marcha hacia la inmortalidad, y hoy, sobreponiéndonos al dolor, ratificamos las nuevas generaciones de cubanos que jamás dejaremos de ser fieles a su legado y no defraudaremos la confianza que siempre depositó en la juventud.
Hoy decimos ¡Hasta siempre! al luchador infatigable, el revolucionario completo, el eterno revolucionario y, sobre todo, al padre, al hermano, al amigo de la Universidad y de sus estudiantes, de su pueblo y de todos los defensores de las causas justas, señaló, en otra vibrante intervención, Jennifer Bello Martínez, miembro del Consejo de Estado y presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
Ante Usted, Comandante, que nos alienta, ante la estatua del Titán de Bronce y ante este pueblo que ha venido a rendirle tributo, queremos ratificar que seremos fieles y leales seguidores de Martí, que seremos fieles y leales seguidores de Maceo. Y con ellos, los estudiantes cubanos decimos hoy, para Usted, para Raúl y nuestro Partido, que Cuba es y será un eterno Baraguá.
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