Así lo definieron los países latinoamericanos y caribeños en una sesión especial por el aniversario 70 de la primera reunión de ese órgano
Los países latinoamericanos y caribeños defendieron la revitalización de la Asamblea General de Naciones Unidas como una necesidad para enfrentar los desafíos en el planeta.
El fortalecimiento del órgano debe ser respaldado por todos, para el beneficio común de un instrumento de deliberaciones verdaderamente democrático, efectivo y transparente, afirmó el encargado de negocios ante la ONU de Trinidad y Tobago, Eden Charles, en una sesión especial de la ONU por el 70 aniversario de la primera reunión de la Asamblea.
A nombre del Grupo Latinoamericano y Caribeño (Grulac), el diplomático señaló la importancia de que la revitalización sea asumida por los países al margen de su tamaño.
Desde las 51 naciones que participaron en 1946, en Londres, en la primera reunión, hasta las 193 que estamos hoy en Nueva York, hemos coincidido en la necesidad de materializar las palabras que encabezan la Carta de la ONU «Nosotros los pueblos (…)», expuso.
Asimismo, Charles reiteró el valor del apego colectivo al artículo 2 de la Carta, que establece que la organización se basa en el principio de la igualdad soberana de todos sus miembros.
La Asamblea General representa ese principio y la conciencia de Naciones Unidas, dijo.
El encargado de negocios trinitario agregó en el foro que el Grulac celebra los progresos alcanzados durante las recientes décadas y llama al trabajo unido para enfrentar la pobreza extrema y los desafíos de la paz y del desarrollo sostenible.
Al respecto, subrayó que para salir airosa, la comunidad internacional necesita revisar y potenciar de manera constante el papel, la autoridad, la eficiencia y la efectividad de la Asamblea.
La sesión especial también escuchó a representantes de otros grupos de países del Sur, como los que reúnen a Estados de África, Asia y el Pacífico.
Sudán intervino en la plenaria a nombre de los africanos, mientras Fiji lo hizo por los de Asia y el Pacífico.
Ambas intervenciones destacaron la importancia de la revitalización del principal órgano deliberativo de Naciones Unidas de cara a los grandes retos de la humanidad: la eliminación de la pobreza, la paz y el impulso a un desarrollo sostenible inclusivo.
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