El presidente Rafael Correa aseguró que Ecuador está ahora más preparado que hace una década gracias a la inversión de los años de Revolución Ciudadana, como denomina a su proyecto político
A criterio del mandatario, el terremoto del pasado 16 de abril que devastó la costa noroccidental ecuatoriana puso a prueba al país pero 10 años antes las pérdidas hubiesen sido mayores sin las carreteras, los puentes, los hospitales, equipos de transporte, servicios de seguridad y otros recursos.
Esta es la década ganada, duela a quién le duela, comentó Correa durante la inauguración del malecón de Las Palmas y el edificio de la Flota Petrolera Ecuatoriana en la provincia de Esmeraldas, una de las más afectadas por el sismo de 7,8 en la escala de Richter.
Allí inauguró este jueves además un centro de salud y un puerto pesquero artesanal para ayudar a reactivar la economía duramente golpeada por el movimiento telúrico que dejó 663 víctimas mortales, nueve desaparecidos, más de seis mil heridos y casi siete mil edificios destruidos en la costa noroccidental.
Esta es la mejor forma de ayudar a la reactivación económica, que es más importante incluso que la reconstrucción de infraestructura, sostuvo Correa, quien invitó a los ciudadanía a visitar las playas a partir de mañana, día feriado, y este fin de semana, como la mejor muestra de solidaridad con los territorios afectados.
Según el estadista, estos días después del terremoto han sido los más duros para su gobierno y la Patria entera en las últimas décadas.
La actividad turística está entre las más golpeadas pero el gobernante recordó que por ello incluyó a Esmeraldas junto con Manabí en la Ley Solidaria y de Corresponsabilidad Ciudadana por las Afectaciones del Terremoto, para ayudar a los damnificados y apoyar la reconstrucción.
Nosotros hemos tomado medidas temporales y focalizadas para la reconstrucción, expuso.
Correa consideró que Esmeraldas tiene todas las cualidades para transformarse en una potencia turística y anunció que el gobierno financiará nuevas obras allí como proyectos hoteleros y la extensión del propio malecón de Las Palmas, entre varias.
Que nos roben todo menos la esperanza, estamos atravesando tiempos muy duros por los problemas económicos que ya arrastrábamos, más ese terrible terremoto, pero nuestro pueblo es sencillo, humilde como la arcilla, que ante el fuego se endurece, resiste y saldrá adelante, afirmó.
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