El rey Felipe VI celebrará los próximos días 24 y 25 una nueva ronda de consultas con los partidos políticos para intentar la conformación de un gobierno en España antes del 31 de octubre
La Casa Real informó hoy sobre la decisión del monarca de convocar a este ciclo de reuniones con los líderes de las agrupaciones representadas en el Congreso de los Diputados, quinto que realizará desde las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.
Cuatro días antes del inicio de los contactos, la presidenta de la Cámara baja, Ana Pastor, trasladará a Felipe VI la relación de los dirigentes designados por los grupos parlamentarios, precisó en un comunicado el Palacio de la Zarzuela.
Con esta quinta ronda, el también jefe del Estado constatará si puede proponer un candidato a la presidencia del Gobierno español o si, por el contrario, procede a la disolución de las Cortes Generales (parlamento bicameral) y convoca a nuevos comicios.
‘Si las consultas concluyesen sin una propuesta de candidato, su majestad procedería, en los términos previstos en el artículo 99.5 de la Constitución, a la disolución de las Cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales’, indicó la Casa del Rey.
Tras las generales del pasado 26 de junio -una repetición de las celebradas en diciembre ante su inconcluso desenlace-, los cuatro principales partidos de este país fueron incapaces de alcanzar un acuerdo para la constitución de un ejecutivo.
Ninguno cuenta por sí mismo con la mayoría necesaria por lo que requieren de alianzas para poder gobernar.
Aunque resultó la fuerza más votada en ambos procesos electorales, el derechista Partido Popular (PP), del jefe del Ejecutivo interino Mariano Rajoy, consiguió en junio 137 escaños, lejos de los 176 fijados como mayoría absoluta para renovar mandato.
Luego de fracasar en dos intentos el 31 de agosto y el 2 de septiembre, Rajoy manifestó su deseo de volver a presentarse a una sesión de investidura, con el propósito de intentar obtener la confianza del parlamento.
Para ser reelegido, el gobernante, en funciones desde hace más de nueve meses, necesita la abstención del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal de la oposición con 85 bancas en la Cámara baja y sumido en una profunda crisis interna.
Una posibilidad que podría consumar después de la forzosa dimisión, hace 11 días, del líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien se negó de manera rotunda a facilitar otros cuatro años del PP en el gubernamental Palacio de la Moncloa.
Los socialistas, dirigidos desde entonces por una gestora integrada mayoritariamente por sectores críticos a Sánchez, tienen pendiente celebrar una crucial reunión para decidir si permiten o no la continuidad de Rajoy.
El plazo para formar Gobierno expira el 31 de octubre, por lo que el pleno para el debate de investidura tiene que producirse antes de esa fecha.
Caso contrario, Felipe VI disolvería al día siguiente las Cortes y llamaría a otra cita con las urnas, tercera en un año.
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