El Hospital Pediátrico Provincial José Martí, de Sancti Spíritus, se favorecerá con la entrada de riñones artificiales para atender a aquellos niños que necesitan tratamiento hemodialítico
La sala de Cuidados Intensivos Progresivos del Hospital Pediátrico Provincial José Martí de Sancti Spíritus se beneficiará con un local para atender a aquellos niños que necesitan tratamiento hemodialítico, lo que contribuirá a elevar la calidad en la atención médica.
Por primera vez, el centro pediátrico espirituano se favorecerá con la entrada de riñones artificiales, lo que permitirá efectuar la diálisis, un procedimiento cuyo fin, fundamentalmente, es retirar elementos tóxicos de la sangre cuando los riñones no pueden hacerlo, refirió Frank Martín, quien lleva unos 11 años al frente de Cuidados Intensivos Progresivos.
Martín detalló en exclusiva a la ACN que aunque la hemodiálisis es frecuente en pacientes con insuficiencia renal, también se utiliza para remover otras sustancias nocivas en situaciones agudas.
Dijo además que el nuevo recinto posibilitará efectuar la plasmaféresis –también llamada recambio de plasma–, una técnica que consiste en la separación de la sangre en sus dos componentes, celular y plasmática, y que se emplea como una terapia efectiva en intoxicaciones.
El especialista en segundo grado en Pediatría y en Medicina Intensiva y de Emergencias comentó que la construcción civil comenzará próximamente y precisó que a pesar de ser una inversión costosa, el local contribuirá a ampliar y a mejorar los servicios pediátricos, una prioridad en el sistema de salud cubano.
Los niños que necesitan un tratamiento de este tipo a causa de una intoxicación aguda, por ejemplo, deben atenderse actualmente en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, puntualizó el también miembro de la Comisión Nacional de Cuidados Intensivos Pediátricos de la región central.
La sala de Cuidados Intensivos Progresivos anualmente recibe entre 350 y 400 ingresos, una cifra considerada alta en Cuba, y ha asumido más de 100 casos de cirugías complejas neonatales con muy buenos resultados.
Al triunfar la Revolución, en la Isla solo existían cuatro riñones artificiales y una persona entrenada en su manipulación, mientras que solo un hospital ofrecía el servicio de hemodiálisis y dos pediatras con inclinación nefrológica brindaban atención especializada a infantes.
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