Objetos que nos devuelven al sector de la salud llegan mediante las obras de la artista espirituana con un marcado carácter humano
Blísteres, pastillas, vendas con sangre… se despojan de su entorno natural: el sector de la salud y aparecen bajo un halo de humanismo que convidan a la reflexión sobre diferentes formas de comprender la vida y el dolor.
Así, se presenta Rotos, la exposición de la joven artista de la plástica espirituana Lisandra López Sotuyo, a quien le es imposible despojarse de su condición profesional como médica.
Regresa, con 17 obras que se exhiben en la galería Fayad Jamís, de la sede del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, (Uneac), en Sancti Spíritus, para acercar al público, otra vez, a un medio, para no pocas personas repulsivo, traumático y doloroso, con una visión artística.
Por ello, fotografías de gran tamaño, impresas en lienzo develan pastillas, vendas, objetería clínica y quirúrgica, de una forma más natural.
Al igual sucede con las dos piezas de carácter tridimensional. La primera creada con terracota y, la otra, con blísteres.
“Con esa, además, de que su uso me permitió contribuir a la no contaminación del medio ambiente, ya que tras utilizar las pastillas, las personas las votan por doquier y yo las reciclé, pude crear una obra con un valor humano ya que propongo la reflexión de cuán necesaria puede ser o no el uso de las sustancias químicas”, expresó a Escambray la artista espirituana.
Con esas concepciones, Lisandra López Sotuyo potencia el diálogo al concebir el medio hospitalario, de donde extrae los artilugios, conceptos y terminologías, para de esa forma, vincularlas y entrelazarlas con el diálogo artístico, al emplazarlas en un espacio galerístico, donde toman connotación artística.
La formación médica de esta joven, indiscutiblemente, ha dejado una huella indeleble en todos sus discursos, que buscan siempre reflexionar sobre diversos corpus que delatan la debilidad, vulnerabilidad y fragilidad del ser humano.
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