Sala de Interpretación de Sancti Spíritus: La maqueta del olvido (+fotos)

A casi dos años y medio de inaugurada, la Sala de Interpretación de la Ciudad está al borde del naufragio Despojada del glamur con que abrió sus puertas como uno de los homenajes principales a la villa del Espíritu Santo en su medio milenio, la Sala de Interpretación de la

A casi dos años y medio de inaugurada, la Sala de Interpretación de la Ciudad está al borde del naufragiosancti spiritus, patrimonio, maqueta, oficina del conservador

Despojada del glamur con que abrió sus puertas como uno de los homenajes principales a la villa del Espíritu Santo en su medio milenio, la Sala de Interpretación de la Ciudad es ya casi un objeto museable. Ignorada hasta por transeúntes que no llegan a introducir en el local más que sus miradas curiosas, hoy su suerte pende de un hilo. Ojalá no se rompa, porque se estarían yendo por la borda, como mínimo, los 300 000 pesos que hay ya invertidos en ella.

Pesos en moneda total con su componente en divisa, aclara Roberto Vitlloch, director de la Oficina Provincial de Monumentos y Sitios Históricos y acaso el más ferviente defensor de la criatura, que en buena lid debería ser hija de la Oficina del Conservador, pero esta no existe a los ojos de la ley. Por absurdo que parezca, la propia maqueta —tal es el nombre con que se le conoce popularmente— en papeles sigue rezando como un inmueble propiedad de la Empresa Provincial de Servicios, que tuvo allí durante años su atelier Betty.

La cifra monetaria aludida se ciñe solo a los tres cuadrantes de la ciudad en miniatura disponibles en la casona de la calle Independencia, casi al final del bulevar —75 000 pesos per cápita—, y a una cuarta pieza, cuya entrega está fijada para fecha próxima. La cifra se eleva al contar lo invertido en aspectos de otra índole, como el arreglo del techo, que al principio se filtraba a chorros, o el salario de sus siete trabajadores.

Pero una buena parte de la suma esencial se echó en saco roto a juzgar por el deterioro progresivo de los fragmentos de ciudad allí reflejados, gracias al avezado equipo de Carlos Recio Estévez. Proyectista general del Grupo de Maquetas perteneciente a la Empresa de Proyectos de Ingeniería y Arquitectura (EPIA) No. 11 de Camagüey, cuya labor ha sido encomiada por el mismísimo Eusebio Leal, el máster en Conservación de Patrimonio es categórico al afirmar que la climatización resulta imprescindible para que lo hecho perdure.

Pero el entramado de casitas, instituciones, calles, vegetación, luminarias y hasta el propio río Yayabo están sufriendo, desde el primer día, los efectos del sol, el polvo, la humedad… De acuerdo con la única restauradora en activo por estos meses, ha tenido que pegar reiteradamente, a base de acetato, postes, balcones, rejas y hasta árboles de tamaño minúsculo que vuelven a desprenderse. “La maqueta se está cayendo en pedazos”, advierte, luego de mencionar limpiezas esporádicas en seco en las que afloran incluso telarañas.

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La Sala de Interpretación de la Sancti Spíritus está al borde del naufragio. (Foto: Oscar Alfonso)

Equipos de climatización se encuentran ya en espera de ser instalados, pero antes será preciso acometer acciones constructivas para hermetizar el local y dado el poco presupuesto disponible, según sostiene Vitlloch, fueron aplazadas para enfocar los esfuerzos en la Oficina del Conservador. Mientras tales contradicciones tienen lugar, no pocos se preguntan si llegarán a ver el trabajo concluido, ya que a la dudosa durabilidad de lo que hoy está en riesgo se une la excesiva demora en la llegada de los restantes exponentes. ¿Causa principal? Los fondos para el pago.

Cada cuadrante es fabricado a mano con madera preciosa, cartulina, temperas y barniz mate, entre otros materiales. Deviene el fruto de un trabajo que incluye el levantamiento inmueble por inmueble dentro de la ciudad, con el concurso de fotógrafos y topógrafos, a los que luego se unen carpinteros, maquetistas e informáticos.

Así las cosas, ahora se habla de fabricarlas en el tamaño estándar —no de 80 x 80, como hasta el momento, sino de 1.60 x 1.60—, ya que al paso actual habría que esperar cerca de dos decenios para contar con los 20 cuadrantes inicialmente calculados. Cabe preguntarse entonces ¿Aparecerán recursos monetarios muy superiores cuando llegar hasta aquí ha costado ansias? Una cosa es disponer de la maqueta en sí misma y otra crear las condiciones idóneas para que resulte, como apunta el jefe del equipo creador, un espectáculo del que forme parte hasta el revuelo mediático, algo que en este punto de la geografía cubana está muy lejos de suceder. De entrada, puede verse desde la calle a través de los amplios ventanales, por donde el sol entra y “se come” todo el color.

Luego de una apertura de lujo la Maqueta de Sancti Spíritus ha enfrentado obstáculos para cualquiera de sus empeños, algunos de los cuales se han malogrado. Aparte de la ausencia de un cartel que la pregone, está despojada de muebles, algún ventilador que mitigue el calor al que se exponen las veladoras y hasta una caja de agua o refrigerador para uso de ellas. No existe el pantry soñado y, en el colmo de las ausencias, tampoco existe un puntero para la explicación que justifique el nombre del lugar.

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La ciudad de Sancti Spíritus en miniatura sufre desde el primer día, los efectos del sol, el polvo, la humedad…(Foto: Vicente Brito/ Escambray)

Mientras la Oficina del Conservador en ciernes alega problemas de recursos, el Centro Provincial de Patrimonio apunta hacia la deficiente planificación del presupuesto que sí posee dicha estructura. Se trata, alega Anait Gómez Hernández, su directora, de un centro de costo económicamente independiente dentro de la Unidad de Apoyo a la Cultura y le han sido asignados fondos por la red nacional de oficinas de su tipo y por el Gobierno local.

Otro elemento negativo es que la Oficina del Conservador de la Ciudad no cuenta allí con fuerza laboral para ser enviada a Camagüey a entrenarse en labores de mantenimiento y actualización, ayuda que los fabricantes podrían prestar, pero nunca fue solicitada.

Esta historia semeja la de un hijo valioso que vino al mundo sin previa planificación e incluso pre término. Su sobrevivencia no puede ser cuestión solo de quien le custodia, sino de la familia en pleno. ¿Tendrá pronto al menos cuna propia? Cuando haya cuna, ¿estará el hijo, crecerá como debe? Se impone ir a los orígenes de la idea y actuar en concordancia con uno de los preceptos más optimistas que se hayan escuchado: seamos realistas y hagamos lo imposible.

Delia Proenza y y Adriana Alfonso

Texto de Delia Proenza y y Adriana Alfonso
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

Comentario

  1. Que tristeza, si no somos capaces de cuidar, estas cosas que hacen mas interesante y bella nuestra ciudad, que quedara para el futuro, da lastima ver que se pierde esta pequeña parte de nuestro patrimonio, si escasea el dinero para terminarla, mucho menos habra para conservarla y darle mantenimiento, queda claro que su construcción, solo fue como ocurre en otras muchas cosas, una tarea que habia que cumplir, por el 500 aniversario de la ciudad, sin pensar en el después de esa inversión, hecha para el veneficio de la ciudad. Ojala los que tienen entre sus obligaciones velar por el patrimonio de la ciudad, realicen las acciones necesarias, para evitar su total deterioro, hasta que pueda ser completada y este articulo no caiga en saco roto, felicito a Delia Proenza por el mismo.

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