Con la impartición de una conferencia magistral dio inicio el Primer Taller Científico Nacional de Gestión de Riesgos en la Universidad de Sancti Spíritus que concluirá este viernes
Convocado por la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, sesiona desde esta mañana el Primer Taller Científico Nacional de Gestión de Riesgo, que abrió sus sesiones de trabajo con la impartición de una conferencia magistral a cargo del máster en Ciencias Félix Pentón Hernández, especialista principal de la Unidad de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma), quien expuso los principales resultados de los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo (PVR) asociados a fenómenos naturales en esta provincia central de Cuba, desarrollados por especialistas de esa y otras instituciones en cooperación.
Con un programa de más de 60 trabajos investigativos a exponer por académicos, profesionales y especialistas de diferentes universidades del país y otras instituciones, en las cinco comisiones han sido debatidos ya 21, relacionados con las temáticas de Defensa Civil, Gestión de Riesgos, Medio Ambiente y Medicina natural tradicional en función de la protección de la población ante los desastres y otros riegos. La comisión cinco, acoge una docena de ponencias elaboradas por estudiantes de varias universidades cubanas, con el mayor predominio de la espirituana.
Félix Pentón Pérez definió que la gestión de riesgos significa ante todo que las entidades encargadas de enfrentar estas adversidades, proyecten en sus planes el presupuesto que permita acometer las acciones necesarias para reducir o eliminar las vulnerabilidades identificadas, como modo de prevenir o minimizar los daños a la economía y preservar las vidas de las personas.
En la provincia se han terminado —dijo— los estudios relacionados con intensas lluvias provocadas o no por ciclones tropicales, los que más afectaciones provocan; sobre penetraciones del mar, que inciden fundamentalmente en las zonas costeras de los litorales norte y sur del territorio; las vulnerabilidades de un alto número de viviendas y otras edificaciones que aún se construyen sin tener en cuenta las normas técnicas de resistencia al embate de los huracanes y sismos; los incendios rurales que devastan áreas de pastos de la ganadería y los bosques así como las zonas proclives a los deslizamientos de tierra provocados por lluvias intensas.
El especialista hizo hincapié en las sequías intensas, como las dos sucesivas que todavía padece la provincia de Sancti Spíritus, sobre todo la meteorológica, la agrícola, y la hidráulica que no permite la recuperación de las fuentes superficiales y subterráneas de abasto de agua a la población, con la mayor incidencia en las ciudades de Trinidad y Fomento.
Relató Pentón Pérez que, de acuerdo con los estudios, las zonas de alto riesgo de inundaciones por intensas lluvias son las llanuras de La Sierpe y del norte de Yaguajay, así como las cuencas de los ríos Zaza, Agabama, Jatibonico del Norte y Jatibonico del Sur, en cuyas márgenes están asentadas varias comunidades rurales, en las que repercuten el deficiente drenaje del terreno que origina la permanencia de las aguas por un período prolongado y en otros casos los arrastres que provocan las fuertes corrientes de agua que se desplazan por extensas áreas agropecuarias, las cuales afectan mayormente los cultivos, contra cuyas vulnerabilidades es preciso accionar.
Periodista el artículo es una reseña importante de un evento científico, pero en lo que no coincidimos es en la manera de titularlo, desastres si pero naturales no ya que la acción antrópica es tan intensa en la calificación de estos fenómenos por lo que primero hay que determinar su influencia antes de nominar estos eventos soy natural de uno de los pueblos de la cuenca del ZAZA y geográfo de profesión, los grandes desatres ocurren después de la construcción de la presa, por la obstrucción del cauce del río ya muerto no solo aguas abajo sino desde su nacimiento, además de los efectos por la rotura del balance de agua dulce y salada sobre la vegetación y la fauna de la zona costera que ha provocado la desaparición de los manglares en la desembocadura del ZAZA anomalía que se extiende hasta más alla de la desembocadura del Jatibonico del sur producto de los herbicidas totales y productos hormonales asperjados por la aviación agrícola en las áreas arroceras causantes de la destrucción de la vegetación superior en estos lugares así como la introducción de especies exóticas que han provocado la desaparición de especies de peces rana toro y otras originarias o no del territorio.