Con los 45 millones de litros vendidos al Estado, la provincia de Sancti Spíritus iguala la producción récord del pasado año
Con 45 millones de litros de leche vendidos al Estado al cierre de octubre, Sancti Spíritus cumple el plan del año e iguala la producción récord implantada en el 2015, resultado en el cual incide significativamente el sector cooperativo y campesino, que aporta el 78 por ciento de la entrega de un alimento sujeto al balance nacional y a la distribución normada.
A la hora de explicar el temprano cumplimiento, los especialistas hablan del favorable régimen de lluvia para los pastos y que también ha servido para acompañar mejor el manejo y la reproducción; además se alude al aumento de las áreas forrajeras en los sectores estatal y privado, así como al aprovechamiento en la primera parte del año de los subproductos y residuos de la zafra azucarera.
Ramón Balmaceda, subdelegado de la Agricultura, enuncia otras razones como el trabajo de mejoramiento genético del ganado acorde a los lugares de explotación, la incorporación de la cría artificial del ternero (la vaca en función total de la producción de leche), una mayor participación en las ventas y el respaldo que brindan los puntos refrigerados para el acopio del alimento.
Si bien la industria láctea ha recibido con más de 38 millones de litros la mayor parte de la entrega —el resto se vende directo al comercio—, tiene severas limitaciones tecnológicas para asumir y procesar los altos volúmenes de leche, sobre todo en el período pico, y ha presentado en los últimos meses irregularidades con el pago a los productores.
Más allá de llegar al compromiso anual a la altura del décimo mes del año y la relación directa de esta producción con la sustitución de importaciones de leche en polvo, debe hablarse de los protagonistas principales del resultado, esos productores que amanecen los 365 días del calendario entre ubres y cantinas y han convertido a Sancti Spíritus en la segunda plaza lechera de Cuba, detrás de Camagüey.
“Hay reservas para más leche y el potencial del territorio es mucho mayor”, señala Balmaceda y recalca la necesidad de buscar mayor eficiencia en los indicadores de la ganadería, en particular, la natalidad con un índice actual del 56 por ciento.
Todavía queda espacio para que la provincia incremente el aporte lechero, en tanto surge la interrogante de cómo enfrentará la industria el crecimiento productivo, dadas sus carencias tecnológicas y de transporte.
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