Luego de un quinquenio de aplicación de la nueva política bancaria los negocios privados logran un ritmo de crecimiento estable en la solicitud de financiamientos
Después de permanecer reacios por algún tiempo, durante los últimos dos años los trabajadores por cuenta propia de la provincia se han interesado en los créditos ofrecidos para fomentar sus negocios por el Banco Popular de Ahorro (BPA), donde en el último quinquenio se han aprobado cerca de 70 millones de pesos con este fin a 1 235 interesados.
“La cartera de financiamiento a este segmento ha aumentado y hemos logrado un ritmo de crecimiento estable con un incremento de alrededor de dos millones de pesos mensuales. Más del 95 por ciento de los créditos se destinan a inversiones para acciones constructivas y compra de equipamiento. Los hostales, paladares y cafeterías solicitan los mayores montos. Trinidad es la sucursal donde más créditos hemos otorgado”, precisó a Escambray José Couzo, jefe del departamento Banca de Negocios en la Dirección provincial del BPA.
En diciembre del 2011 comenzó la nueva política bancaria del país para implementar los Lineamientos del VI Congreso del Partido, pero en un inicio la demanda de este segmento resultó pobre por la insuficiente divulgación del servicio, la poca experiencia de los bancarios en la concesión de microcréditos, la baja cultura financiera de la población, la subdeclaración de ingresos de muchos cuentapropistas, el monto de las tasas de interés, demoras en los trámites y solicitud excesiva de documentación, entre otros obstáculos.
Ante esa realidad el sistema bancario tomó algunas medidas para flexibilizar esta opción: aplicar la tasa de interés mínima dentro del rango permisible, cubrir con las garantías solo hasta el 60 por ciento del monto solicitado en los créditos de hasta 25 000 pesos, ampliar el período de gracia para comenzar a pagar al Banco hasta 12 meses y simplificar la documentación a presentar.
“La disciplina de pago ha sido muy buena, con una morosidad mínima, pero cuando ha existido alguna dificultad para pagar exigimos las garantías, les cobramos a los fiadores, en algún caso renegociamos la deuda y en última instancia presentamos una demanda judicial”, detalló José Couzo.
Como parte de la nueva política bancaria cubana, el BPA en la provincia también ha otorgado créditos para capital de trabajo e inversiones, fundamentalmente a dos cooperativas no agropecuarias dedicadas a labores de construcción, por un monto cercano a los 2 millones y medio de pesos.
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