Las pizarras eléctricas fabricadas por el Taller Panelec, del Grupo de Ingeniería y Logística Hidráulica, constituye el mejor aval con que cuenta el pequeño colectivo asentado en la capital espirituana
La creciente aceptación de las pizarras eléctricas fabricadas por el Taller Panelec, del Grupo de Ingeniería y Logística Hidráulica, constituye el mejor aval con que cuenta el pequeño colectivo asentado en la capital espirituana, el cual desde hace varios años viene dando respuesta a la demanda del sector para obras priorizadas en todo el territorio nacional.
Vicente Pérez González-Llorente, jefe comercial de la unidad, confirmó a Escambray que proyectos tan importantes como el acueducto de Santiago de Cuba, los trasvases del oriente del país, las producciones siderúrgicas en Antillana de Acero, la Zona Especial de Desarrollo Mariel y el fomento del turismo en la cayería norte se sirven hoy de los paneles elaborados en esta industria, la única de su tipo en el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Certificado con las normas internacionales que otorga la multinacional Scheneider Electric, líder en el mundo de los materiales eléctricos de baja tensión, el taller espirituano utiliza componentes importados y, además de la fabricación de las mencionadas estructuras, asume labores de montaje, asesoría y puesta en marcha, de acuerdo con los intereses de cada cliente.
Según la propia fuente, en los últimos tiempos el colectivo de Panelec —su nombre se deriva de “paneles eléctricos”— ha asumido pizarras de elevada complejidad y gran dimensión como las contratadas para la planta de tratamiento de residuales de Luyanó, en la capital del país, y Cayo las Brujas, en la vecina provincia de Villa Clara, donde además presta otros servicios técnicos.
Expertos vinculados a esta producción explicaron que desde su fundación en 1996 hasta hoy, el centro ha entregado más de 15 000 pizarras de diferentes dimensiones y características, las cuales han sido destinadas, en lo fundamental, a sistemas de bombeo en acueductos y plantas potabilizadoras o de tratamiento de residuales, así como a dependencias del Turismo, la Agricultura, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, entre otras.
Si se considera que los equipos fabricados en el taller de Sancti Spíritus como promedio cuestan entre un 30 y un 50 % menos que sus similares, adquiridos en mercados internacionales, el aporte tangible por concepto de sustitución de importaciones en estos 20 años de funcionamiento asciende a más de diez millones de dólares.
Eso es lo que quiere nuestra sociedad, gente capaces de hacer cosas importantes y que no halla que comprarlo en el exterior. Coincido con Gisela sobre la Página Web que necesitan. A ese colectivo de buenos trabajadores muchas felicidades.
He buscado en Internet y al parecer esta fabrica tan importante con ahorros millonarios para el pais no tiene pagina web, en este comentario no se da direccion electronica, telefono para contactar a la misma, podrian estarse importando en el pais este tipo de producto por falta de publicidad y promocion de nuestra industria
Para que gastos en Web, si sólo se consume y produce en y para Cuba. Además un panel privado es poco probable.