El Senado Federal brasileño acometerá hoy el juzgamiento final de Dilma Rousseff, como consecuencia del cual la presidenta puede perder su mandato y quedar políticamente inhabilitada por ocho años
La decisión la adoptó anoche el titular del Supremo Tribunal Federal (STF) Ricardo Lewandowski, quien encabeza esta etapa del proceso de impeachment, en atención a que la fase de discusión iniciada la víspera debería extenderse hasta cerca de las 03:00 hora local de este miércoles.
El sexto y último día del juzgamiento de Rousseff -acusada de cometer un presunto delito de responsabilidad- comenzará con la lectura, por parte de Lewandowski, del relatorio con los elementos aportados por las partes; la intervención de dos senadores a favor y dos en contra del apartamiento de Dilma y, por último, la votación.
Al ejercer el voto nominal electrónico cada miembro del Senado solo deberá responder sí o no a la pregunta de si considera que la mandataria violó la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Para que el mandato de Rousseff sea interrumpido se requerirá del apoyo de la mayoría calificada del pleno senatorial (54 votos). En tal caso, el mandatario en funciones desde el 12 de mayo, Michel Temer, permanecerá en ese puesto hasta completar el 1 de enero de 2019.
Si por el contrario más de 27 senadores votaran por restituir el poder a Dilma, ésta reasumiría la jefatura del Estado una vez sea publicada la sentencia absolutoria.
Al presentar este martes sus alegatos ante el pleno senatorial, el abogado defensor José Eduardo Cardozo instó a no permitir que Brasil sufra un nuevo golpe de Estado, ni condene a la muerte política a Dilma Rousseff, ‘una mujer digna y honesta’.
Juzguen por la justicia, la democracia y el Estado de Derecho, exhortó Cardozo a los senadores y subrayó que si Dilma es condenada, aún cuando no existe acto omisivo ni comisivo de su parte y menos aún dolo en su conducta, será ‘una execración que se hace a una persona digna; una pena de muerte política’.
Insistió en que las acusaciones formuladas contra su defendida son ‘clamorosamente improcedentes’ por estar viciadas, desde inicio, por el desvío de poder practicado por el ex titular de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, reo en varias causas judiciales y quien enfrenta además un proceso por quiebra del decoro parlamentario.
Todo fue montado en la perspectiva condenatoria de la forma más perversa posible, sostuvo el abogado, quien manifestó que la acusación pone el acento en el llamado conjunto de la obra porque los pretextos sobre los cuales se erige la denuncia son, en todos los casos, irrelevantes e incomprensibles para el ciudadano.
Cardozo recordó que en épocas de la dictadura militar Rousseff fue detenida tres veces, torturada y condenada como otros militantes políticos, también por el conjunto de la obra; ‘porque lo que necesitaban (los golpistas) era precisamente matar la obra’, remarcó.
Dilma Rousseff asumió el lunes su autodefensa ante el Senado e insistió en su inocencia y en la absoluta fragilidad de las acusaciones que sustentan el proceso de impeachment.
Alertó además que ‘estamos a un paso de concretar un verdadero golpe de Estado que resultará en la elección indirecta de un gobierno usurpador’, y enfatizó que en un régimen presidencialista como el brasileño no basta la eventual pérdida de la mayoría parlamentaria para apartar al Presidente; quien único puede hacerlo ‘por el conjunto de la obra’ es el pueblo en las elecciones, subrayó.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.