Cerca de las 11:00 a.m. en la puerta que da entrada a El Recreo, centro de la gastronomía en Sancti Spíritus, dos ancianos con jabita y tártara plástica en mano dejan claro las insatisfacciones que rondan de boca en boca entre los beneficiados por el Sistema de Atención a la Familia (SAF) en el territorio.
“¿Qué habrá de almuerzo?”, pregunta Jorge Perdomo a su coterráneo José Ramírez en el umbral de la unidad, donde unas mesas poco atractivas aguardan por ellos. “Nada nuevo”, adivina Ramírez, espirituano que lleva más de una década inscrito en el SAF para compensar sus menguados ingresos económicos; gracias a ello puede adquirir los alimentos a un costo de alrededor de 2 pesos por almuerzo y comida.
En otro de los centros de este tipo, el “Mariana Grajales, de la ciudad cabecera, su administrador alega que para mantener el servicio a los 111 censados tiene que hacer malabares porque hay problemas de todo tipo: los proveedores incumplen con sus entregas y no pasa nada, falta organización y prioridad para que funcionen mejor.
Una mirada renovadora demandan hoy las 57 unidades que en la provincia se ocupan de atender a 2 072 personas necesitadas de estos beneficios, pero la realidad dista mucho de ser lo que en sus inicios sostuvo este programa, que surgió para atender a un segmento poblacional con limitaciones salariales, no solo en lo referido a las garantías de comida y precios módicos, sino para el desarrollo de actividades que mejoren la calidad de vida de los ancianos, discapacitados y casos sociales incluidos en el SAF.
Escambray indaga y encuentra insuficientes reparaciones constructivas a los inmuebles (39 calificados en mal estado en la provincia y el resto con marcadas afectaciones), falta de insumos y equipos para la elaboración de los alimentos, mientras la dificultad más recurrente es la escasa variedad y calidad de las ofertas.
Evidentemente la entrega de productos para garantizar la alimentación de este pequeño grupo de personas con avanzada edad y problemas de salud es muy limitada; deben ingerir prácticamente durante todo el mes mortadella, picadillo extendido, mosaico salado, chícharo y masa de croqueta, lo que muestra que a este frente no se le atribuye la prioridad necesaria en el territorio, a pesar de existir un documento rector del Ministerio del Comercio Interior que establece: “(…) para el sustento de los censados es preciso disponer de alimentos variados y con las periodicidades establecidas tales como: cuatro o cinco frecuencias de pollo en el mes, tres de cerdo, cinco de albóndigas, tres de hamburguesas de carne, así como huevo, vísceras, espaguetis, picadillos, frijoles, sopa, yogur y otros”.
Según documentos existentes en el Grupo Empresarial de Comercio en Sancti Spíritus, la asignación de productos para el SAF viene dirigida desde el nivel central, sobre la base del balance nutricional y a la asiduidad con que debe ofertarse cada uno de los platos (hasta 126 variedades aprobadas), pero en la concreta no sucede así, hay incumplimientos y poca sistematicidad en el chequeo a estas disposiciones, lo que genera insatisfacción de los clientes.
Un ejemplo de hasta dónde mermaron las entregas para este sistema está en el resultado del 2015, cuando, además de las reducciones en los surtidos planificadas de antemano, se dejaron de entregar 11 toneladas de natilla previstas; tampoco se completaron las 6 toneladas de refresco instantáneo ni se cumplió con la cantidad de pollo establecida. A ello se une que las entregas de viandas, hortalizas y frutas tampoco anduvieron bien.
Ante el deterioro de este Sistema de Atención a la Familia, algunos responsabilizados con esta tarea alegan que el alza del precio de los alimentos, sobre todo los cárnicos, genera pérdidas a las empresas de Gastronomía. Sin embargo, directivos del sector en la provincia consideran que esas mermas económicas se amortiguan con otros ingresos, por lo que esa no debe ser la causa de los problemas actuales y sí la falta de seguimiento y fiscalización al programa por parte de todos los organismos implicados.
Según la Dirección Provincial de Economía y Planificación del Poder Popular en Sancti Spíritus, las asignaciones de productos para el SAF se conforman a partir de una demanda formulada por el Grupo Empresarial de Comercio, la cual se presenta al Ministerio de Economía y Planificación, y en el 2015 se respaldó el ciento por ciento de lo solicitado.
Ante tales incumplimientos, contradicciones, dejadez y falta de prioridad al programa del SAF, ¿tendrán los desvalidos ancianos que seguir pagando por una mesa mal servida?
Porqué este programa no es subsidiado, porqué los trabajadores que atienden este programa no le pagan si sobre cumple el plan, que culpa tienen ellos de que este de pérdidas
La deficiente atencion a la alimentacion de estos ancianos no tiene justificacion. No estan de limosna pues ellos en su momento contribuyeron de alguna manera a lo que hoy tenemos. Por otra parte los trabajadores de este pais pagan con sus impuestos salariales toda la atencion social que es deber del Estado y de sus dirigentes ofrecer a los ancianos.
Me inclino a creer que la Planificacion del Grupo Empresarial de Comercio es un desastre, poco profesional, que no le da seguimiento al tema. Sino como se explica que la Direccion de Planificacion del Poder popular diga lo siguiente: «las asignaciones de productos para el SAF se conforman a partir de una demanda formulada por el Grupo Empresarial de Comercio, la cual se presenta al Ministerio de Economía y Planificación, y en el 2015 se respaldó el ciento por ciento de lo solicitado» .Entonces o comercio planifico mal, o el Poder Popular miente o le estan desviando los alimentos asignado a estos comedores para otros menesteres. Creo cualquier cosa porque los ancianos son un grupo social fragil, con voz debil, que parece que al menos por esta Empresa nadie les hace caso. O sera otra cosa ¿una gran mentira?
Por favor existe para el SAF una cuenta bancaria que sea pueda publicar para donar unos euros y mejorar en algo la vida de esas personas en S. Spiritus?
Le recomiendo SIOMARA, que pase por el comedor del Grupo Empresarial, para ver como es la situación en este comedor, con relación a los SAF, hay un grupo encargado de este control, visitar a los Centros, ver el presupuesto que camino tiene, Taladri ha dicho, seguir el camino del dinero y llegaremos a saber todo, saludos.
Creo que ese documento rector que existe pero que no se aplica es para «llenar las formas». Otro batazo de foul para comercio interior en la provincia. Además creo que los alimentos para personas de bajos ingresos no se deberían cobrar. Gracias.